La Alameda recupera el esplendor del tiempo de Don Porfirio
La Alameda Central remonta su historia a 1592, cuando el virrey Luis de Velasco mandó construirla como lugar de esparcimiento para la población. Originalmente se plantaron álamos, de ahí su nombre, pero las condiciones climáticas de la ciudad obligaron a cambiar la vegetación.
Ha sido testigo de la lucha independentista y fue protagonista en el desfile del Ejército Trigarante en 1821. En 1864, Maximiliano y Carlota apadrinaron su remodelación al estilo parisino, de moda en la época.
La Alameda alberga monumentos como el Hemiciclo a Juárez, inaugurado por Porfirio Díaz en 1910, o el monumento a Beethoven, donado por la comunidad alemana en 1921, a propósito del centenario de la consumación de la Guerra de Independencia.
Felipe Leal, titular de la Seduvi del DF durante la gestión de Marcelo Ebrard, explica que "Se realizó una remodelación integral. Los pavimentos eran de adoquín de piedra blanca de Querétaro, muy deteriorados, colocados hace más de 40 años, rotos y desdentados.
INVADIDA (2008): El establecimiento de comerciantes ambulantes afectó los jardines, fuentes y monumentos del parque. Ahora se emitió un decreto para impedir su reinstalación en este espacio.
Los setos crecieron y no se podía mantener adecuadamente los prados, se acumuló la basura y se generó una colonia importante de ardillas y ratas", cuenta.
Los monumentos y fuentes, dañados por los comerciantes ambulantes, la lluvia ácida y pintura en aerosol, fueron restaurados y repulidos. "Los ambulantes no van a volver; el jefe de Gobierno acaba de hacer un decreto donde queda estrictamente prohibido", asegura Leal.
Enrique Lastra, arquitecto encargado de las remodelaciones del Centro Histórico, afirma que la Alameda buscaba unir el Poder Legislativo con el Ejecutivo en un corredor del centro.
"Era el gran proyecto del Porfiriato que nunca se terminó, es este eje que enlaza los tres mayores espacios abiertos del centro: Plaza de la República, Alameda Central y el Zócalo", dice el también director de Proyectos Especiales de la Autoridad del Espacio Público.
La Alameda es el parque recreativo más viejo del continente. Por ello, es un monumento histórico protegido por el INAH.
