Escaleras del cerro de Altamira buscan ascender a Patrimonio Histórico

En el cerro de Altamira, en Tijuana, Baja California, se ubican unas escalinatas a unos metros del centro de esta ciudad. No son unas simples escaleras, son las escaleras por las que varias generaciones han subido para ir a la escuela.

Entre los años 1920 y 1930 Tijuana pasó de 1,100 a 11,000 habitantes y la única primaria que existía fue insuficiente, por lo que en 1930 la primaria Álvaro Obregón fue inaugurada.

Durante los primeros años los niños tenían que llegar a la escuela subiendo el cerro a través de veredas, ya que no había otra forma. Alrededor de 1935 se construyeron estas escaleras, narra el historiador Gabriel Rivera Delgado, coordinador del Archivo Histórico de Tijuana. 

Por estas escaleras han pasado no sólo estudiantes de primaria; en el cerro de Altamira también se construyeron las primeras secundaria y preparatoria de Tijuana. Ahí se impartieron las primeras clases de la Universidad Autónoma de Baja California y las del Instituto Federal de Capacitación al Magisterio.

^{Cortesía Archivo Histórico de Tijuana}

Rebeca Herrera tiene hoy 87 años y fue de las primeras niñas en subir por esas escaleras; Margarita, su hija, también. Por esta razón, para ellas es muy importante que se rescaten, pues tres generaciones de su familia han subido por ahí para ir a la escuela. "Sería bonito tomar un café, que sea como el cafecito de las escalinatas. Desde ahí se ve preciosa la ciudad: cuando termina de llover se ve todo bien clarito", dice Margarita emocionada.

Actualmente diferentes organizaciones piden que las escalinatas sean nombradas Patrimonio Histórico.