Una 'rodada' al Museo Franz Mayer por los 200 años de la bici
Más de 52 bicicletas de 13 marcas productoras, pertenecientes a 18 coleccionistas, entre ellas, una bicicleta inglesa plegable de guerra BSA, de 1940, y otros ejemplares contemporáneos, como la Vagabundo de 1978 y las Cóndor, que fue la primera fábrica de bicicletas mexicana, son algunas de las piezas que exhibe el Museo Franz Mayer.
La muestra 'Vuelta a la bici' hace una revisión histórica de la bicicleta, muestra sus transformaciones estéticas e innovaciones tecnológicas en dos centurias.
“La exposición está dividida en secciones en las cuales se observa cómo la bici ha impactado a la sociedad de diversas naciones desde su aparición”, detalló Ana Álvarez, una de las dos curadoras.
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Tratamos de mostrar momentos históricos ligados al desarrollo del diseño de la bicicleta, desde su mítico origen tras la erupción de un volcán en Indonesia en 1817 hasta las submarinas y las hechas para andar sobre hielo, agregó.
En el museo están modelos clásicos como la bicicleta de carreras Saeta, de 1960; la Paris-Rubaix de Benotto, de 1976; el triciclo Apache, de 1970; la bicicleta del tradicional afilador de cuchillos, y otros modelos contemporáneos.
Y cuenta con ejemplares de colección de países productores, como Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos y China, entre los que destaca una bicicleta estadounidense Victor, de 1895, y una inglesa plegable de la guerra de los años 40.
Pero más allá de los modelos, la exhibición se acerca a la relación entre los avances en el diseño y diversos procesos sociales y culturales en México y el mundo, a través de las secciones Volcán de Indonesia, Abriendo horizontes, Mujeres con pantalones, y Bicis para todos.
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Usuarios y peregrinos
Álvarez y su equipo incluyeron cápsulas de audio que registran las voces de competidores profesionales como Belem Guerrero, Nancy contreras y Raúl Alcalá.
Se incluyen también los testimonios de algunos peregrinos, quienes previo al día de la Virgen de Guadalupe (12 de diciembre) toman las calles para transportarse a la Basílica. “Ellos fueron los primeros en tomar las calles de la ciudad por la noche, una vez al año, antes de que se diera este boom de los recorridos nocturnos que conocemos ahora”, comenta Álvarez.
La exposición, cuya museografía ha sido realizada por Luis Rodríguez y Nils Dallmann, también se ocupa de las últimas innovaciones tecnológicas aplicadas a la bicicleta.
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Tiene “toda esa parte de anécdotas y de historias que creemos que hace que la exposición sea para un público general… para que la gente que se pueda conectar con este objeto a partir de diferentes temas y de distintos intereses”, aclara Álvarez.
