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Identidad mexicana

El banco no pidió azul, su color identitario, a pesar de que LegoRogers hizo pruebas en ese color. El color morado u obispo es característico de varias obras de Ricardo Legorreta.
dom 07 junio 2015 10:19 PM
Torre Bancomer
Torre Bancomer - (Foto: Israel P. Vega)

Los despachos asociados para la construcción de la torre decidieron que el edificio de BBVA no se pareciera a alguna de sus creaciones previas. Pero sí pensaron en darle una personalidad mexicana. No podía ser de aplanado y muros, como el Camino Real, dice el arquitecto Víctor Legorreta; además, Richard Rogers también tenía mucho interés en que tuviera esa identidad mexicana.

El resultado fue tan bueno que cuentan que cuando la esposa de Rogers vio la maqueta dijo: "Se ve bien Legorreta el edificio", pero un pariente de Legorreta que no escuchó ese comentario, dijo luego de ver los renders: "Se ve bien Rogers".

LegoRogers definió que no utilizaría aplanado, ni tampoco vidrio. Consideró que revestir los 50 pisos de cristal no corresponde a la cultura ni al clima de México.

Estudiaron diversas celosías. Algunas muy célebres como la que hizo Ricardo Legorreta con Matías Goeritz en el Camino Real. Entonces pensaron en una que funcionara para las diferentes orientaciones, para el clima que tiene la Ciudad de México y para usar lo menos posible el aire acondicionado y, que además, fuera representativa de México. Optaron por la doble piel.

"Estudiamos la doble fachada con diagonales y mallas para ponerlas más abiertas o más cerradas, según la orientación, lo que nos recordó la greca prehispánica, y el papel picado tan mexicano", describe Víctor Legorreta.

Así, el tramado del exterior dota al edificio de una textura que evoca las pantallas de las celosías tradicionales, sean moriscas o grecas mixtecas. Y La segunda fachada atrapa la insolación y la minimiza.

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El arquitecto Miguel Almaraz, de LegoRogers, precisa que el tejido (o papel picado), que es la piel de afuera no tiene ningún efecto estructural, en cambio la fachada interior sí.

La definición de la parte técnica la estudiaron con Arup para establecer el modelo energético y medir el número de perforaciones que debía llevar cada lámina exterior y qué tanta protección ofrecían en cada una de las orientaciones.

Arup tomó el mismo entramado, pero consideró que el relleno fuera cambiante, dependiendo la orientación. Así, en la fachada sur es más cerrado y en la norte más abierto.

Este recurso se combinó con el paso de gato, estructura que además de dar sombra, permite dar mantenimiento a los cristales, ya que por ahí puede caminar una persona.

Los arquitectos calculan que ocho o nueve meses al año el aire acondicionado no se encenderá, pues la celosía filtra la luz solar, el paso de gato da sombra, y el viento circula para refrescar.

A color

El color de la celosía fue un detalle muy cuidado. Se hicieron pruebas en gris (acero inoxidable), blanco, azul y morado. Azul, blanco y gris reflejaban mucho al interior de la torre. Los arquitectos en México averiguarían después que el ojo detecta más fácilmente los colores claros. Así que eligieron el morado.

Mandaron los renders a Londres en morado y gris. Rogers los vio y dijo:

– ¿Qué color quieren?

– Morado —respondieron en México.

– Será morado. No imagino en ningún otro lugar del mundo un edificio de 50 pisos en ese tono. México es color, tienen un país alegre y con la luz será una maravilla.

El banco no pidió azul, su color identitario, a pesar de que LegoRogers hizo pruebas en ese color. El color morado u obispo es característico de varias obras de Ricardo Legorreta como Pershing Square, en el centro de Los Ángeles, California; o la torre de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda", o las 40 columnas del Centro Nacional de las Artes, ambos en el DF.

"La celosía nos entusiasmó mucho, hace especial al edificio, lo hace mexicano y adaptado al clima, además le aporta el elemento de color y lo hace sustentable", comparte Víctor Legorreta.

Para la fabricación de la celosía se estableció un concurso. Yuanda, empresa china, fue la ganadora. La compañía hizo pruebas exhaustivas, sometieron los páneles a resistencia al viento, al agua. Para todo ello utilizaron alta tecnología. Yuanda se asoció con una empresa mexicana, para fabricar parte del aluminio y del cristal.

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