México, el país de mayor rentabilidad para el BBVA
El nuevo rascacielos de Reforma es propiedad de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) Bancomer, fusión hispano-mexicana que ocurrió hace 15 años, tiempo en el que la institución financiera se ha colocado como la número uno en ingresos en México y la que aporta a su casa matriz 45% de sus ganancias en el mundo, al menos así fue en 2014, según su director general, Vicente Romero
La institución bancaria da empleo a 9,000 mexicanos, a quienes ahora busca adiestrar en una nueva era laboral. "Vamos a cambiar toda la forma de relacionarnos con nuestros clientes, y los edificios son una palanca para la transformación", explica Luis Ignacio Gutiérrez de Cabiedes, director de Compras, Inmuebles y Servicios de BBVA Bancomer.
La inversión anunciada para esa transformación tan sólo en México es de 3,500 millones de dólares (mdd) distribuidos en cuatro años (2014-2018). Los recursos se han destinado a construir dos corporativos y modernizar 300 sucursales en la Ciudad de México. De ese monto, 625 mdd fueron invertidos en la torre de Reforma y el Centro Operativo, en Polanco, según lo dicho en diferentes foros por el presidente del Consejo de Administración del banco, Luis Robles Miaja.
El banco tiene ahora cuatro edificios en la Ciudad de México: Torre BBVA Bancomer, el edificio en Parques Polanco, las oficinas en Montes Urales, y el centro de datos en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
En el mundo, Grupo BBVA tiene en ejecución una nueva sede en España, diseñada por el estudio de arquitectura suizo Herzog & de Meuron. También cambiará de sede en Argentina y Chile. Mientras en Estados Unidos, Paraguay y Perú, fueron realizadas remodelaciones integrales de inmuebles.
Una nueva era laboral
Además de crear un icono, la misión de los arquitectos fue propiciar las condiciones para que el edificio corporativo de BBVA Bancomer establezca una nueva cultura de trabajo. Por ello, las decisiones en cuanto a la distribución de espacios se basan en la reinterpretación de la organización tradicional de las oficinas y busca ofrecer una variedad de nuevos entornos para todos los usuarios.
Víctor Legorreta se refiere a algunas decisiones al respecto: no hay privados, todas las oficinas son abiertas y con luz, hay mucho color y jardines, algo poco común para los banqueros.
Las plantas libres de columnas buscan promover un sentido de comunidad y un espacio más sano y eficiente. Por eso la tecnología y la colaboración son pilares que se persiguen a través de a través de la tecnología, los espacios abiertos y flexibles
Legorreta reconoce que originalmente los baños se habían concentrado en el núcleo del edificio. Uno de los cambios fue que se movieran a la parte trasera de la torre, por donde van los elevadores de carga. "Eso ayudó a dejar todas las plantas libres".
Otro aspecto de la nueva política del banco es que los directores no tengan oficinas privadas y tampoco se planearon baños ejecutivos. Eso, además de aminorar las jerarquías, prácticamente evitó que tubos de agua y drenaje corrieran por la parte central de las oficinas. "El diseño es bastante eficiente", expone Legorreta.
Al final lo que se persigue es mayor eficiencia. Antes la oficina de un director era tres veces más grande que en la que despachará ahora. Y si en las antiguas oficinas de Coyoacán el promedio de un despacho era de 20 m2, en la torre ejecutiva es de 13 m2.
