Nace LegoRogers
El arquitecto británico Richard Rogers, quien dudaba en participar en el concurso para edificar la Torre BBVA Bancomer en México, porque no le gustan los concursos, se animó cuando el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta, con quien tenía una estrecha y añeja amistad, le sugirió que trabajaran juntos. Ambos se lo propusieron al banco y la idea fue aceptada. Otro arquitecto que participó en alianza fue Foster, quien se alió con Francisco Serrano, quien no estaba invitado.
Así el despacho británico Rogers, Stirk Harbour + Partners (RSHP) y el mexicano Legorreta + Legorreta crearon la firma LegoRogers. La colaboración entre las dos oficinas, cada una con su propio estilo, generó un nuevo lenguaje para el proyecto. "La idea de trabajar juntos era ver qué pasa si los dos estilos se mezclan", cuenta Víctor Legorreta, al frente de la oficina mexicana, tras la muerte de su padre en diciembre de 2011.
Durante el concurso trabajaron en Nueva York, luego parte del proyecto se desarrolló en Londres y se continuó en México. "Las ideas salieron de reuniones de trabajo. Se volvió un proyecto-equipo", dice Víctor Legorreta.
Precisa que había una regla no escrita: todo lo que se presentara tenía que ir con el consenso de ambos despachos. Cuando Legorreta diseñaba un croquis lo mandaba a Londres y viceversa, tenían videoconferencia una y hasta dos veces por semana.
James Leathem, arquitecto asociado de RSHP, cuenta a Obras que durante el proyecto Ricardo y Víctor Legorreta controlaban el proceso, filtraban información a los arquitectos seniors y ellos a su vez a los arquitectos de menor rango.
En RSHP tienen una actitud más colaborativa y abierta. Todo el proceso es diferente, pero es normal porque cada país es distinto. "Por eso solemos trabajar con arquitectos locales que dominan más su mercado", explica Leathem.
El arquitecto mexicano confiesa que a Legorreta + Legorreta le costó trabajo. "Estábamos más acostumbrados a que el croquis lo hacía mi papá o yo y lo pasábamos a alguien para que siguiera el desarrollo". Pero la dinámica con Rogers cambió incluso la forma de trabajar del despacho mexicano. Hoy, la dinámica es más de equipo y entre todos los socios discuten los proyectos y aportan ideas, comenta Víctor.
Para concebir la idea de la Torre BBVA Bancomer los mexicanos bocetaron dos o tres conceptos, Rogers otros tantos. Cuando se juntaron salieron otros tres. Una vez que se definió el concepto "es de los pocos que no cambió mucho. Se refinó, evolucionó, y se mantuvieron los conceptos básicos", cuenta Víctor Legorreta.
Uno de los pocos cambios ocurrió durante el anteproyecto de trabajo. El predio disponible inicialmente obligaba a construir 15 pisos de estacionamiento subterráneo para cumplir con el número de cajones que manda el reglamento del Distrito Federal. "Era una locura. Estaba muy difícil", expresa el arquitecto mexicano. Y ocurrió que durante la fase del concurso Jones Lang LaSalle consiguió el predio del estacionamiento de Sanborn’s, con lo que se desechó el anteproyecto de 15 niveles subterráneos.
El 6 de julio de 2009 se presentó el diseño ganador de la nueva sede. LegoRogers fue el estudio designado. La propuesta original fue la que el despacho presentó. "Sólo hubo una idea, con cambios y enriquecida. Y es que no hubo mucho tiempo", cuenta Miguel Almaraz, de LegoRogers.
Víctor Legorreta no recuerda con claridad si la Torre BBVA Bancomer estaba en fase de esquemático o anteproyecto cuando murió su padre, "pero ya estaba muy avanzado el proyecto". Asegura que éste "mantuvo una continuidad bastante más natural de lo que yo esperaba. El mérito es de mi papá", expresa.
Menciona que durante 20 años Ricardo Legorreta trabajó en la sucesión y en la idea de que el despacho no se acabara a su deceso. "Me habría encantado que mi padre viera la torre terminada, seguramente habría aportado más ideas".