El proyecto de la Ermita a Nuestra Señora de Guadalupe surge a partir de la donación de 50 Hectáreas para la construcción de un complejo Diocesano, cuya principal obra será la Basílica de Guadalupe.
El terreno se encuentra ubicado en una zona conurbada entre los municipios de Aquiles Serdán y Chihuahua.
Al ser un proyecto a largo plazo, se consideró la necesidad de construir una Ermita que permitiera ir formando una comunidad tanto en el sentido religioso como en el ámbito social, ya que además de usarse para las prácticas de devoción se pueden realizar eventos de carácter cultural por la falta de equipamiento en la zona. Esta es una de las premisas más importantes, ya que se debió concebir como un espacio de usos múltiples capaz de albergar a una gran afluencia de personas.