'Tocó un símbolo internacional'; debaten sobre anillo Barragán
"Lo que puedo decir es que tocó un símbolo cultural mexicano muy importante, pero además se involucró con un símbolo internacional. Los restos que tocó son los restos de un personaje que hizo una obra que es Patrimonio Cultural de la Humanidad", dijo el investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Enrique Xavier de Anda, a la artista Jill Magid, quien hizo un anillo con una parte de las cenizas del arquitecto mexicano y Premio Pritzker, Luis Barragán.
Con motivo de la exposición Una carta siempre llega a su destino. Los archivos Barragán, en la instalaciones del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), en la que se exhibe la sortija, el jueves se llevó a cabo el primero de cuatro debates sobre la polémica muestra y el legado de Barragán.
En el foro, realizado en el Auditorio del MUAC, participaron la misma Jill Magid, el curador de la exhibición, el coleccionista César Cervantes Tezcucano, y el investigador Enrique Xavier de Anda. Éste comentó que hay una relación muy difícil entre la cultura estadounidense y la mexicana.
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"De pronto enterarse de toda esta mecánica sí provocó una irritación porque usted (Jill) tocó un símbolo cultural muy importante en México, lo desarmó, lo hizo con complicidades y eso no gustó para nada, al menos a un grupo de personas que ahora están presentes, y no he escuchado muchas opiniones a favor de su proyecto", apuntó, de acuerdo con la agencia Notimex.
La propuesta es el nombre de la polémica pieza que consiste en un anillo con un diamante hecho con una cuarta parte de las cenizas de Luis Barragán (1902-1988) con el objetivo de intercambiarlo por los archivos del arquitecto, que son propiedad de una fundación en Suiza, la Fundación Barragán, dirigida por Federica Zanco.
Parte de la familia de Barragán ha afirmado que nunca fueron notificados sobre la exhumación de los restos y junto con personalidades de la cultura han criticado la obra.
Fue un proceso legal y con la famila: Magid
Durante su intervención, la estadounidense Jill Magid afirmó: "Soy una artista" y explicó que el trabajo de un artista es hacer preguntas, que precisamente hace cuando explora, busca o pregunta, y a través de su labor eso es lo que hace, y que se encuentra muy feliz de exhibir su obra en el recinto universitario.
Refirió que a partir de su visita a la casa de Luis Barragán se enamoró del trabajo del arquitecto y se dio este proyecto, por lo que entendió y conoció las condiciones del estatus actual de los archivos personales que están en la casa y los archivos profesionales en la Fundación Barragán en Suiza.
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"En cuanto al anillo que se ha convertido en algo tan controversial, que contiene un diamante, es una colaboración que hice con la familia Barragán y el proceso de construir esta pieza va a través del proceso legal y mediante las relaciones que se establecen para atender cómo hacer este anillo y formalizarlo artísticamente", expresó Magid ante los aplausos de algunas personas en el Auditorio.
"Una audacia brutal": César Cervantes
Uno de los ponentes en la mesa, el coleccionista, César Cervantes Tezcucano, dijo que desde que se enteró de ese proyecto y a pesar de que tenía contacto con la artista, ya que alguna vez hasta comió en su casa de ella, le escribió a Magid para decirle que no participaría ni apoyaría una propuesta como la que ella planteaba.
"Eso está por escrito, en ese momento y poco antes fue cuando hablé con varias personas para alertar una posible situación que parecía totalmente increíble. Y a mí me preguntaban muchas veces, '¿sabes algo?'. Sé lo que sabía, pero no creo que suceda. Me parecía y me sigue pareciendo inconcebible que lo haya logrado, porque es una audacia brutal de Jill, sin duda, lo es", expresó el coleccionista.
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"No lo hice sola": Magid
Al retomar la palabra, Magid dijo que no es una cuestión persoal, por lo contrario, "me voy apegar a la obra, tengo mucho respeto por el legado y la obra de Luis Barragán, y trato de comprender lo más posible al respecto, por eso en el proyecto me baso en la ley y fui tan sensible como respetuosa como pude haber sido, no lo hice sola".
Mencionó que la familia solicitó las cenizas, después "me las entregó para que se hiciera el anillo y aclaró que no es destrucción de las cenizas, es una celebración de la vida de Luis Barragán, es una recreación del legado que nos dejó".
Puntulizó, como lo hizo un día antes en conferencia con la prensa, que el anillo nunca estuvo a la venta y nunca va a lucrar con esa pieza, y cualquier cosa que obtuvo para hacer el anillo directamente se fue para la fabricación estética y preciosa y para mantener los altos estándares que tiene como artista.