Entre chinches y goteras, el Parlamento británico se cae a pedazos
Los parlamentarios británicos votaron el miércoles a favor de trasladar temporalmente sus oficinas para que el icónico Palacio de Westminster pueda ser renovado, pues entre chinches, goteras, tuberías a punto de colapsar, humedad y un gran peligo de incendios, el edificio se cae a pedazos.
El ala más vieja data del siglo XI y cuyo perfil está dominado por el Big Ben, la torre del reloj, que también está siendo restaurada.
Nadie ha discutido que la sede exige una renovación, pero los parlamentarios habían estado divididos entre quienes prefieren trasladarse totalmente a otro lugar, lo que abarataría la operación, y quienes se resisten a dejar vacía la emblemática sede, principal símbolo de la democracia británica.
"El riesgo de un siniestro es alto y crece cada mes que pasa", concluyó un comité parlamentario en un informe en marzo.
"Un incendio, filtraciones de agua, un fallo eléctrico total o cualquier otra avería mecánica son las causas más probables", advirtió.
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"Para un lugar que es patrimonio mundial, la sede de 'la madre de todos los parlamentos', no es posible no hacer nada".
La parte más vieja del Palacio de Westminster fue construida en 1099, pero gran parte de este edificio con más de 1,000 oficinas data de mediados del siglo XIX.
Un diputado se ha quejado de que hay orina goteando en su oficina. Los eyectores de aguas cloacales, que trasladan los residuos del Parlamento hasta las cloacas, son de la era victoriana y podrían dejar de funcionar pronto, según los ingenieros.
Completar el mínimo de obras que se requieren, con los parlamentarios siguiendo en el palacio, costaría 5,700 millones de libras (8,100 de dólares) y llevaría 32 años.
Si los diputados se mudaran a otro lugar, y luego lo hicieran los Lores, las obras durarían 11 años y costarían al menos 3,900 millones de libras (5,600 millones de dólares.
La tercera opción, la más económica y rápida, sería trasladar a todo el mundo a una nueva sede por seis años, con un costo de unos 3,500 millones de libras (5,000 millones de dólares)
"Posiblemente este debate debió tener lugar hace 40 años", dijo el miércoles la líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, al inicio del debate.
Leadsom recordó durante el debate la "enorme cantidad" de amianto (mineral de asbesto, altamente flamable) que guardan los muros y el hecho de que muchos cables y tuberías sobrepasaron su vida útil hace "décadas".
Los legisladores apoyaron la propuesta para un "traslado completo y oportuno" del parlamento por 234 votos a favor y 185 en contra, allanando el camino para una renovación multimillonaria para restaurar el edificio, inscrito en el patrimonio mundial de la Unesco.
Fotos: AFP
En octubre de 2016, el despacho de arquitectura Gensler presentó un proyecto para albergar la Casa de los Comunes y la Casa de Los Lores en un Parlamento flotante en el río Támesis y junto a la terraza de Westminster.
El objetivo es reducir los costos de rentar un edificio alterno.
Imagen: Tomada de Twitter @GenslerUK
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Se trata de una estructura modular, cuyo diseño mantiene la relación entre las dos cámaras y los comités de apoyo. La obra está inspirada en el techo de vigas-martillo del Salón de Westminster -una estructura gótica típica de esa región-, encargado por Ricardo II en 1393. Es el mayor techo de madera medieval en el norte de Europa.
El complejo Gensler, de 250 metros de largo, se edificaría en una serie de plataformas de acero y la cubierta se construiría con la más alta tecnología en madera que cubriría 8,600 metros cuadrados.
La construcción podría hacerse en menos de tres años en astilleros de Reino Unido, para luego ser flotada en el Támesis, fijada y montada.
Con información de Obras