Un arquitecto español renovará todo un barrio de Moscú
El arquitecto español Ricardo Bofill Maggiora se siente muy vinculado a Rusia, donde trabaja desde hace 15 años, por lo que no dudó en sumarse al ambicioso reto de renovar todo un barrio de la capital rusa y dejar su sello en la Moscú del siglo XXI.
El equipo de Ricardo Bofill Taller de Arquitectura (RBTA) se implicó a fondo en el estudio internacional para definir la nueva concepción urbana de Moscú, encargado en 2012 por la ciudad con vistas a modernizarse tras años de estancamiento y desmanes urbanísticos.
"Fue nuestra primera gran incursión en el urbanismo de Moscú. También fue la primera vez que la ciudad se abrió a ideas foráneas, porque en tiempos soviéticos solo los rusos podían intervenir en el suelo por sus implicaciones militares, estratégicas, energéticas", explicó Bofill.
Poco después surgió la oportunidad de embarcarse en el programa de renovación municipal, que pretende derribar más de 5,000 bloques de viviendas construidos a mediados del siglo pasado y levantar en su lugar edificios modernos.
El plan urbanístico de mayor envergadura en más de medio siglo afecta a toda la ciudad, pero para darle una cara, las autoridades convocaron a un concurso de proyectos para cinco zonas piloto a renovar, entre ellas, el barrio Vernadski, en el prestigioso sureste de Moscú, a unos 10 kilómetros del Kremlin.
"Se trata de remodelar todo el barrio, integrando en un todo los bloques nuevos con los que van a permanecer. Hay calles, edificios, nudos de transporte que no se pueden tocar. Otro reto es combinar una edificabilidad más elevada con la creación de nuevos espacios públicos", explica Bofill.
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La empresa catalana -fundada por el posmodernista Ricardo Bofill Levi, padre de Bofill Maggiora- entró en el concurso en sociedad con el estudio moscovita Master's Plan, y la maqueta de su trabajo se exhibió hace poco en la feria internacional de arquitectura Arch Moscow.
"Ricardo Bofill nos ha aportado su brillante arquitectura de autor, y gracias a esto, nuestra propuesta es la más popular entre los vecinos del barrio y entre los visitantes de la feria", dijo a Yulia Zubárik, directora del estudio moscovita.
Master's Plan se encargó de la parte técnica del proyecto, mientras que RBTA diseñó la arquitectura.
Desde 2012, Moscú quiere avanzar por la senda de ciudades inteligentes, "un concepto que define una nueva forma de pensar la ciudad, donde las personas y la ecología son dos aspectos centrales", afirma Bofill, que aplicó esa filosofía a su proyecto para el barrio Vernadski.
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"Moscú ha sufrido dramas, guerras, cambios de ideología, y eso se nota. La calle Tverskaya -una de las arterias que sale del Kremlin- es tan ancha porque en tiempos de la URSS por ahí pasaban los tanques para llegar a la Plaza Roja. A veces las calles se pensaban para los tanques y no para las personas", añade el arquitecto.
El proyecto para Vernadski, que apuesta por renovar todo el barrio, prevé la construcción de 7,000 viviendas nuevas, incluidas 5,300 para reubicar en varias etapas a las familias que ahora viven en los edificios a derribar.
"Queremos hacer un barrio ecológico, con tres hectáreas de nuevas zonas verdes; crear nuevos espacios públicos para los vecinos, nuevas plazas; modernizar y construir nuevas infraestructuras sociales en todo el barrio, incluidos colegios, guarderías, centros sanitarios y hasta un conservatorio de música", explica Zubárik.
Trabajar cerca de casa
El equipo de Bofill propone superar el modelo por el que barrios de la periferia de Moscú como Vernadski estaban destinados casi exclusivamente al uso residencial, algo que obliga a sus habitantes a trabajar lejos de sus casas.
La construcción de atractivas zonas comerciales y de oficinas permitirá crear miles de puestos de trabajo y estimular a los vecinos a buscar empleo al lado de casa.
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El proyecto propone levantar varios bloques urbanos abiertos en el lugar de los edificios derribados, con patios interiores verdes y libres de coches, para los cuales se construirán aparcamientos subterráneos.
Y para darle identidad al renovado barrio, el arquitecto español quiere construir dos grandes torres de uso público -una de ellas con forma de la vela de un barco- a los lados de la gran avenida Vernándski, que vertebra, pero al mismo tiempo divide en dos el barrio.