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La casa de la Corregidora, donde inició la Independencia

La casa de Josefa Ortiz de Domínguez, ubicada en el centro histórico de Querétaro, data del siglo XVIII y durante varios años fungió como cárcel.
jue 13 septiembre 2018 01:31 PM
Casa de la Corregidora
Casa de la Corregidora - (Foto: Tomada de @QroTravel)

Nota del editor: El texto fue publicado en la revista Obras, en la edición de julio de 2014.

Quien visite por primera vez la colonial Casa de la Corregidora, en el centro histórico de Querétaro capital, no imaginaría que hace tan solo 35 años era una cárcel.

Este recinto, donde inició la guerra de Independencia, en 1810, se encuentra en el lado norte de la Plaza de Armas, en la esquina de las calles 5 de Mayo y Pasteur. La construcción de las Casas Reales, la Casa de Cabildo y las Cárceles Reales, que hoy albergan la Casa de la Corregidora y el Palacio de Gobierno de la administración estatal, se realizó entre 1740 y 1770.

"Eran las cárceles reales desde la Colonia y la casa de los corregidores en la parte de arriba", asegura el cronista queretano Andrés Garrido del Toral. En 1808, el recinto fue ocupado por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz, heroína del movimiento de Independencia.

Fue en esa casa donde inició oficialmente la acción insurgente. La casona albergó entre sus muros las Cárceles Reales desde su construcción, en el siglo XVIII, hasta el año 1981.

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Convertida en Palacio de Gobierno, recientemente se incorporaron varios murales de Víctor Cauduro Rojas en los patios. Para agrandar su fachada, en 1898 se le anexó una casa de la calle Pasteur; más tarde la cárcel integró otra sección y tomó parte de un hogar de la calle 5 de Mayo.

Fue hasta 1981 cuando la casa se restauró y los presos se trasladaron al penal construido en San José del Alto, en el municipio de Querétaro, por disposición de Rafael Camacho Guzmán, entonces gobernador.

“Hasta el año de 1979, la Plaza de Armas estaba llena de vecindades y el agua sucia corría a cielo abierto”, asevera Garrido del Toral. Actualmente, el edificio cuenta con tres patios, donde todo gira en torno al primero, compuesto por tres corredores en dos plantas.

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El patio del fondo es imitación del principal y el tercero, el de la cárcel, tiene seis pilares gruesos y siete arcos en la planta baja. El gobernador, José Calzada Rovirosa, incorporó varios murales en los patios, obras de Víctor Cauduro Rojas. Uno de los objetivos es declararlos patrimonio de Querétaro para el año 2015.

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