Open House Obras celebra a los edificios icónicos de Paseo de la Reforma
CIUDAD DE MÉXICO. La Ruta Icónica del Open House Obras recorrió la tarde-noche del jueves algunos de los edificios más emblemáticos de la avenida Paseo de la Reforma, en la Ciudad de de México; desde la Torre Mayor hasta Reforma 180 y Chapultepec Uno, el cual aún se encuentra en construcción.
Open House Obras se llevó a cabo en el marco de la edición 2019 de 10 Despachos de Obras, que el próximo 27 de marzo reconocerá a los despachos de arquitectura en México que son Creadores de Íconos.
En Chapultepec Uno, ubicado a un costado de Torre Mayor, en Paseo de la Reforma 509, todo está a la vista: las vigas, el concreto, tuberías, escaleras… A través de la fachada de cristal, todavía sin terminar de armar, se domina el Bosque de Chapultepec y buena parte de la avenida más importante de la capital mexicana.
El piso 51 de la torre, que corona la avenida, se convirtió en un museo 'en vivo' de la construcción durante la Ruta Icónica.
Lee más: Diez Despachos de Obras llega a su mayoría de edad en 2019
Entre los tubos que esperan para ser colocados y algunos obreros que transitan de noche con chaleco y casco, se abre paso un grupo de arquitectos que después hablarán sobre Paseo de la Reforma como el verdadero gran ícono de la ciudad y el comienzo para repensar el futuro.
Pero Chapultepec Uno es la última parada de un recorrido ambicioso que comenzó en Torre Mayor, el pionero de la avenida. Aunque perdió el título de la torre más alta de la ciudad, sus 55 pisos y sus 225 metros de altura atestiguan un antes y un después en la zona.
Así se vivió la Ruta Icónica de Open House Obras en Paseo de la Reforma
Torre Redondel
Torre Redondel
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
Torre Reforma 180
"Son edificios que hacen acupuntura urbana", resume el arquitecto Yoram Cimet. La Torre Redondel, en la Glorieta de los Insurgentes, a unas cuadras de Reforma, explica Cimet, también se convirtió en un detonante para transformar esa zona; desde el Parque Niza, que se encuentra a un costado hasta la calle Jalapa, la primera 'calle compartida' entre peatones y coches, incluyendo la propia glorieta. "Logramos un diálogo con ella", dice el arquitecto.
"Lo bonito es haber iniciado el rescate de una parte de la ciudad. Torre Mayor empezó hace 20 años y seguimos viendo desarrollo en base a una torre que la hizo resurgir".
Frente a una veintena de personas que lo escuchan, el arquitecto explica las dificultades que tuvo construir Redondel en un área rectangular a la que le faltaba un semicírculo. "Aunque el centro era muy angosto, los extremos no, y la forma dio seguridad estructural al edificio", señala. La iluminación y las persianas están automatizadas y, junto con otros sistemas como vidrios térmicos y captación de agua de lluvia, permiten un ahorro de 65% de energía.
Ellos integran el Jurado de Diez Despachos 2019 de Obras
Automatización
A las 20 personas que iniciaron el tour ahora se ha sumado otro grupo aún mayor y caminan por el helipuerto de la Torre Reforma 180, a 170 metros de altura.
Mientras anochece y toman fotos a los 360º del horizonte de la ciudad, Salvador Arroyo, director adjunto de la construcción, cuenta con orgullo los detalles del inmueble ubicado en la esquina de Reforma con Insurgentes: los 30 metros de diámetro del helipuerto lo convierten en el mayor de la avenida. Es el único que tiene licencia para operar día y noche y, además, puede soportar el peso de un avión como el (ex) presidencial. Aterrizar ahí cuesta 7,500 pesos.
En plena esquina, los arquitectos buscaron maximizar el espacio de una de las áreas más codiciadas de la avenida. Parte del resultado fue el estacionamiento robotizado más grande de Latinoamérica. Arroyo explica el mecanismo de la siguiente manera: cada coche que entra es medido y pesado, y de acuerdo con ello, le es asignado uno de los 720 lugares del estacionamiento. El conductor deja el coche en una cabina futurista de cristal con forma de tubo y, cuando sale de la cabina, un ascensor baja el vehículo a los sótanos y lo mueve también horizontalmente para dejarlo en el cajón que se le asignó.
Mientras los robots juegan al tetris con los autos, los conductores pueden estar tranquilos de la seguridad de su auto porque ninguna persona lo abrirá para manipularlo. Tanto así, que el auto que Arroyo utiliza para mostrar cómo funcionan los robots, tiene las ventanillas.
El inmueble cuenta además con 200 cámaras que supervisan la seguridad del edificio. Todo es monitoreado desde una sala de control que Arroyo llama 'el cerebro' de Reforma 180.
"Y además (el edificio) no contamina", añade el ingeniero, quien explica que la torre ha sido construida con 6,000 toneladas de acero reciclado y cuenta con la certificación LEED Platino: "Solo la certificación costó 15% más del precio del edificio; 234 millones de pesos adicionales. Pero en cinco años lo recuperaremos" gracias los ahorros energéticos que generará, concluye Arroyo.