CIUDAD DE MÉXICO. El arquitecto mexicano Benjamín Romano presentó su libro Torre Reforma el pasado miércoles en la Ciudad de México, una obra que tardó dos años en ver la luz y que detalla de forma escrita y visual cómo se construyó el edificio más alto de la capital mexicana hasta ahora.
Las últimas semanas han sido de reconocimientos para el arquitecto, puesto que la noche del jueves recibió el Premio Lorenzo H. Zambrano de Cemex como reconocimiento a su trayectoria y apenas hace unas semanas, Torre Reforma fue designada por el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH) como uno de los 50 rascacielos más influyentes en los últimos 50 años.
El libro Torre Reforma mezcla fotografía artística de Iwan Baan y Alfonso Merchand -dos de los más importantes fotógrafos de arquitectura- y textos de consulta sobre la historia de la creación del rascacielos de 246 metros de altura y 57 pisos; desde su concepción, hasta su construcción, anécdotas, normatividad y los retos que Romano y su equipo enfrentaron.
“Construir un proyecto de tal magnitud como Torre Reforma representó todo un reto, no solo desde su diseño estructural, sino también sus implicaciones normativas y la integración ideal de todos los flujos, el confort humano y el contexto urbano. Todo lo reunimos en este libro, el cual representa una fuente de consulta y una apuesta por compartir aprendizajes, para quienes desean conocer a fondo el proyecto", comentó Benjamín Romano, también director del despacho LBR&A.
La obra, editada por Arquine, tiene 248 páginas e incluye textos de los arquitectos Francisco Serrano, Felipe Leal y Ali Malkawi, quienes participaron el pasado miércoles en la presentación durante la mesa de diálogo Sustentabilidad y eficiencia energética en la arquitectura.
La Torre Reforma es el rascacielos más alto de la Ciudad de México con sus 246 metros. Ha recibido numerosos reconocimientos desde su inauguración en 2016.
El inmueble fue premiado ese mismo año como Obra del Año, la mejor construcción de México, un reconocimiento otorgado anualmente por Obras.
Hace un año también fue reconocido como El Mejor Rascacielos del mundo, por parte del International Highrise Award 2018.
Entre los elementos distintivos de la obra está el proceso a través del cual se movió y protegió una casona de estilo gótico que data del siglo XIX ubicada en el predio. También destaca su factor de sustentabilidad, pues se trata de un edificio con el distintivo LEED Platino, ya que reduce en 45% su consumo de energía y disminuye en 30% el consumo de agua potable al no contar con drenaje hacia la ciudad.
Además, el 85% de los materiales utilizados en la obra son mexicanos, con lo cual recortó su huella de carbono.