El proyecto comienza a partir de la necesidad de renovar el área de bar dentro del hotel Rosewood Mayakoba. El espacio busca convertirse en un momento de experiencia diferente al resto de las actividades del hotel.
Bar Zapote, un recinto para sentirse en casa
El Bar Zapote se encuentra dentro del hotel Rosewood ubicado en Playa del Carmen, Quintana Roo. El concepto del bar surge como el resultado de un análisis de las tipologías tradicionales de la península de Yucatán; un proceso de evolución y mezcla de culturas, corrientes y usos y costumbres muy apegados a la vida familiar.
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La decoración como el elemento principal
Dentro del proyecto, la decoración es un elemento principal, ya que uno de los principales objetivos es que los usuarios se sientan como en casa. De acuerdo con Luciana de la Garza, directora general del Estudio Atemporal (estudio de arquitectura), los materiales
fueron la clave para lograrlo como pisos de barro, chukum en las paredes, vigas de madera.
“La utilización de los materiales locales, así como las texturas hacen que los espacios se fundan con su alrededor, creando una atmósfera que evoluciona con el paso del día, ofreciendo a los visitantes momentos y grados de convivencia”, explica la experta.
El espacio se conforma por diferentes momentos, cuenta con una terraza, el patio exterior, el árbol y el salón principal, una cocina abierta, cálida y acogedora, que de acuerdo con Luciana de la Garza, ésta composición rompe la barrera entre el servicio y visitantes.
“La decoración ayudó a que los visitantes se apropiaran del sitio como si fuera el suyo, buscábamos que los usuarios se sintieran como en su casa y no como un sitio público y ajeno a ellos”, agrega la entrevistada.
El desarrollo del proyecto
Durante el desarrollo del proyecto, se presentó uno de los retos más importantes el cual era entender el concepto, “el principal reto fue comprender el concepto que buscaba el cliente, convertir un espacio público en un lugar cómodo, crear un sitio que te haga sentir en casa”, agrega la experta.
Por ello la creación del proyecto duró cuatro meses, parte de este tiempo se dedicó a la elección de lo elementos decorativos, “ la elección de las piezas y el arte fue muy cuidadosa para que pudiéramos crear una atmósfera y generar una una narrativa pensada en los visitantes”, puntualiza Luciana de la Garza.