En comparación con un sistema convencional, el drenaje pluvial sifónico está dotado de coladeras especiales que generan un efecto de sifón, como lo indica su nombre. Esto ayuda a que el agua de lluvia pueda descargarse a una mayor velocidad, de hasta 32 litros por segundo.
Aunque esa es sólo una de las ventajas que aporta, que se reflejan en la seguridad y el ahorro en costos de obra civil y materiales. Antonio Galván, director comercial del Canal Profesional para Amanco Wavin, explicó que con este tipo de drenaje es posible disminuir el número de coladeras que tienen que colocarse en la parte de las cubiertas.
Como resultado, es menor el total de tuberías que se requiere en la instalación y sus diámetros, mientras que también contribuye a reducir la cantidad de bajantes y canalones, tanto externos (alrededor de toda la construcción) como internos.
Esta es una cualidad muy importante, ya que las bajantes para el desalojo del agua de lluvia de las cubiertas pueden canalizarse a un punto específico para una gestión más eficiente del recurso hídrico. Así, es posible aprovecharlo para riego de áreas verdes y descargas en sanitarios o incluso hacer una conexión a una planta de tratamiento o potabilización.
“Por ejemplo, un sistema de drenaje pluvial sifónico como nuestra solución Quickstream puede usarse en conjunto con el sistema de captación de agua de lluvia de nuestro portafolio, llamado Aquacell. De esta forma, toda el agua que se capta en la cubierta se dirige a un punto de recolección para reutilizarla, posteriormente”, aseveró el director comercial del Canal Profesional para Amanco Wavin.
Por ello, dijo, su versatilidad convierte a Quickstream en una opción a la medida de las construcciones con grandes cubiertas de todo tipo, ya sea parques o naves industriales, tiendas de retail, centros comerciales, aeropuertos, hospitales, hoteles y hasta edificaciones verticales. Además, las fachadas pueden conservar la estética de su arquitectura al no estar llenas de bajantes del drenaje.