Avala Sener la Estrategia Nacional de Energía

La Secretaría de Energía (Sener) emitió un decreto por el que se ratifica la Estrategia Nacional de Energía (ENE), a fin de garantizar, en los próximos 15 años, un acceso y suministro confiable para el sector productivo y la población en general.

En el Diario Oficial de la Federación, la dependencia informa que la ENE busca que las problemáticas planteadas dentro de 22 temas estratégicos identificados se resuelvan entre 2013 y 2027, con la posibilidad de verificar su progreso en tres cortes: a finales de 2018, en 2024 y en 2027.

Entre otros propósitos, la ENE pretende coadyuvar en agilizar el sector energético para que sea capaz de anticipar acciones y adaptar su oferta a las tendencias de la demanda con productos de calidad y precios competitivos, además de proporcionar la eficiencia energética, tanto en el consumo como en los procesos de producción.

Establece que para que el sector sea sustentable es necesario impulsar la sostenibilidad del mismo, así como la diversidad en energías no-fósiles; para cumplir con la eficiencia energética y ambiental se aplicarán mejores prácticas de producción y consumo, en tanto que en materia de seguridad se proveerá certidumbre en el abasto de energía.

La ENE define como objetivos estratégicos el apoyo al crecimiento económico y la inclusión laboral, los cuales están relacionados con la demanda de energía, derivada de la intensidad energética del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el esfuerzo para mejorar el acceso y consumo eficiente de energía.

De esta forma, establece medidas de política energética referentes a los sistemas de transporte, almacenamiento y distribución; refinación procesamiento y generación; producción de petróleo y transición energética.

Se espera que en los próximos 15 años la Estrategia Nacional de Energía proporcione las condiciones para que el sector productivo y la población en general tengan un mayor acceso y un suministro confiable de energía que permita impulsar su desarrollo.

Además, pretende proporcionar a las comunidades menos favorecidas y a la población rural el acceso equitativo y suministro confiable de la energía para el impulso al desarrollo de este sector de la población.

Plantea que el funcionamiento positivo del sector se reflejará en la suficiencia energética, así como la continuidad, cobertura, diversidad y competitividad de la oferta y en un consumo eficiente y responsable.