Insurgentes mira hacia el cielo
La Torre Glorieta se convertirá, una vez que se concluya en diciembre de 2015, en el primer edificio de gran altura en la Glorieta de los Insurgentes, desde su inauguración, en 1969, como parte de la primera línea del metro del DF.
Estará ubicada en el costado oriente y costará 75 mdd. De 118 m de altura, el edificio es de forma curva, para conservar el trazo de la glorieta. La entrada principal será por un lobby especial de doble altura, con acceso peatonal desde la rotonda.
Corporativo Redondel es el responsable del proyecto, que dará alojamiento
a un único cliente, que por el momento no se ha hecho público.
Yoram Cimet Pasol, director —junto a Sholem Cimet Ralsky— de Corporativo Redondel y de la constructora CIMET, explica que el propósito del proyecto, además de reinventar la glorieta, es generar un polo de desarrollo en la zona central de las avenidas Insurgentes y Chapultepec.
Tras un estudio de ingeniería estructural debido a la sismicidad de la zona, CIMET optó por producir su propio concreto y colocar la planta junto a la torre para garantizar la calidad. Logró una resistencia de 550 kg/m2 y colados de casi 400 m3. Con esta innovación, el proyecto fue finalista en el concurso World of Concrete 2014.
La torre tiene una precertificación LEED Oro y contará con una planta de tratamiento de aguas negras y de recolección de agua pluvial que permitirán, en época de lluvia, tener un completo autoabasto.
David Baltazar, presidente del Colegio de Urbanistas de México, señala que el proyecto servirá para revitalizar el espacio, aún en deterioro tras el sismo de 1985. “Una propuesta así y en este ámbito alcanza un mayor potencial de desarrollo inmobiliario, beneficiando a la población al generar actividades socioeconómicas”.