En Líbano, un jardín florece sobre una montaña de basura
Saida, la capital del sur del Líbano, es célebre por sus fortalezas, su antiguo mercado y también por su vertiginosa montaña de basura, que tiene sin embargo los días contados porque se convertirá en un parque con vista al mar.
Durante décadas, los habitantes de Saida sufrieron a causa del terrible hedor que desprendía este enorme acumulamiento de detritus, cuyo humo nauseabundo llegaba a veces hasta Chipre, provocando cólera en la isla.
En verano, los incendios obligaban a los helicópteros a intervenir, mientras que en invierno las tempestades arrastraban la basura hasta las calles de la ciudad o al mar.
Sin embargo, esta pesadilla ecológica pronto será solo un mal recuerdo gracias a un ambicioso proyecto.
"Una montaña de basura de 58 metros de altura había surgido junto a nuestras casas. Actualmente la hemos reducido a ocho metros, y la hemos cubierto de césped. Podemos decir que ha desaparecido", explicó orgullosamente el alcalde de Saida, Mohamed al Saudi, quien había prometido terminar con esa monstruosidad.
El proyecto comenzó con la construcción de un dique en torno al vertedero. Luego el ayuntamiento cerró el lugar y empezó a trasladar las basuras a un nuevo centro de tratamiento, más al sur.
Luego, las máquinas de nivelación repartieron los desechos, que en gran parte eran cascotes acumulados desde mediados de la guerra civil (1975-1990).
Una vez aplastados, permitieron recuperar 550,000 m2 de terreno sobre el mar, 33,000 m2 de los cuales se convertirán en un parque que será inaugurado en 2015.
El público no prodrá acceder a este inmenso espacio, cubierto de césped, durante los próximos ocho años para permitir la descomposición de los desechos que están enterrados. Una red de tuberías filtrará los gases que escapen del depósito.
"La montaña de la vergüenza"
Se trata de transformar "la montaña de la vergüenza en un proyecto del cual Saida esté orgullosa", explicó Edgard Chehab, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que supervisa el plan. "Dentro de ocho años, la zona estará unida a la zona verde que estamos construyendo, y Saida tendrá un parque de 100,000 m2".
Pero no todos comparten su entusiasmo.
Mohamed Sarji, fundador de la ONG Bahr Lubnan (Mar de Líbano), lamenta que el ayuntamiento no haya aceptado su plan, que incluía el reciclado de casi toda la basura en tres años por 10 millones de dólares (mdd), un costo inferior al del proyecto actual.
Por su parte, Adam Read, de la empresa de estudios británica Ricardo-AEA sobre reciclado, dijo que le había sorprendido el precio anunciado de 25 mdd, al cual se agregan los 20 millones gastados en el dique.
No obstante, estas críticas son ignoradas por el alcalde, quien afirma que fue seleccionado "el proyecto menos caro presentado por una compañía calificada".
El alcalde desea ahora que su proyecto sea reproducido en todo Líbano, donde existen unos 650 vertederos de diferentes tamaños.