Por no contar con la documentación vigente, las instalaciones donde se realizaba la extracción de cobre por la empresa Minera Río Tinto, S.A. en Rosario, Chihuahua, fueron clausuradas de manera total y temporal.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró que la empresa contaba con una autorización de impacto ambiental otorgada en septiembre de 2008, con una vigencia de 5 años; sin embargo “ésta continuó con las actividades de beneficio de minerales a pesar de que dicho permiso ya no tenía vigencia”.
La Delegación Federal de la PROFEPA en Chihuahua aseguró que la clausura impuesta se levantará hasta que acredite contar con la autorización de impacto ambiental correspondiente ya que, de continuar con las actividades, se podría poner “en riesgo los mantos freáticos y el suelo”.