Gasoductos, sin derecho de vía
Un mes fue suficiente para negociar la adquisición de derecho de paso para un proyecto energético en una franja de terreno de 17 km con 120 propietarios, entre ejidatarios y privados, en el sur del país. Pero no siempre sucede así. Otras obras, como la del gasoducto Morelos o varias de producción de energía eólica en Oaxaca, han visto cómo se complica la adquisición de los derechos de vía, lo que retrasa el desarrollo de la infraestructura.
Jesús Rodríguez Dávalos, presidente de la recién creada Asociación de Derecho de Vía, detalla que entre los cambios introducidos con la reforma se encuentra la exigencia de que los avalúos en los proyectos de hidrocarburos sean realizados por peritos aprobados por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), además de que los contratos serán calificados por jueces federales.
Sin embargo, aún hay algunos cabos pendientes. La nueva normativa indica que el desarrollador del proyecto tiene que pagar un porcentaje de la producción de entre 0.5 y 3% al dueño de la tierra, pero no desarrolla cómo ha de hacerse este pago. "Lo que falta no es algo que debía estar en la ley o el reglamento, se va a ir dando a través de otro tipo de regulación, como normas o directrices", continúa Rodríguez Dávalos.
Con estos cambios, la perspectiva es que las negociaciones sean más transparentes y eviten retrasos en proyectos, al contemplar las reglas en la negociación y la participación de terceros que evalúen
si la contraprestación es justa o no, explica Saavedra.
"La diversidad en la tenencia de la tierra en México es muy diferente a otros países. No es lo mismo la propiedad privada, donde el dueño puede ejercer de manera libre y directa su derecho a arrendar o vender, a una ejidal, un modelo mexicano donde la comunidad se tiene que poner de acuerdo para conceder esos derechos de uso y aprovechamiento", explica Arturo Saavedra, director de Asesoría Legal de Infraestructura y especialista del sector energía de la consultora KPMG en México.
Los problemas para la adquisición de terrenos no son algo nuevo a la hora de desarrollar infraestructura y, por ello, la reforma energética incluye un espacio sobre la adquisición de la servidumbre de paso. "La reforma eligió hacer un esquema propio que no existía y que veremos qué tal funciona. Como está planteado, habría un procedimiento y autoridades implicadas para que se lleguen a acuerdos satisfactorios, tanto para inversionistas como para tenedores de tierras", agrega el asesor.