Sector automotriz detona construcción de parques industriales en El Bajío
La desarrolladora de parques industriales Lintel ha invertido 290 millones de dólares (mdd), en los últimos tres años, para construir cuatro complejos en el Bajío y responder a la demanda del sector automotriz.
Detrás de la plantas armadoras de Mazda, Honda, Toyota y Nissan vienen alrededor de 120 proveedores, los cuales requieren instalarse cerca de sus clientes, en un radio de 200 kilómetros.
Debido a esto, Lintel decidió invertir en el Bajío, pues hasta entonces la mayoría de sus desarrollos estaban en el norte del país.
Entre 2012 y 2015 la desarrolladora mexicana ha construido cuatro parques, de los cuales dos ya están en operación –en San Luis Potosí y Jalisco-, uno en construcción y otro en planeación –en Guanajuato-.
La última inversión de esta empresa mexicana en la región obedece a la instalación de la nueva armadora de Toyota en el municipio de Apaseo el Grande, Guanajuato.
Será un desarrollo de 200 hectáreas, ubicado a un costado de la armadora, que podría albergar hasta 35 empresas, detalló en entrevista Miguel Barreda, director de Operaciones de Lintel.
El directivo dijo que, debido a la colindancia con la planta de Toyota, se espera que a este nuevo desarrollo lleguen proveedores de la armadora, aunque Barreda no descartó el arribo de empresas proveedoras de otras armadoras instaladas en el Bajío.
El nuevo complejo contará con energía eléctrica, drenaje pluvial y sanitario, factibilidad de gas natural y accesos pavimentados, "la infraestructura mínima que solicitan este tipo de empresas", detalló Barreda.
El directivo de Lintel encuentra un común denominador entre las empresas que han llegado a estos parques: compran grandes extensiones de tierra, hasta 30,000 metros cuadrados, porque vienen con la idea de proveer a las japonesas, pero también a las otras marcas establecidas en la región.
La mayoría de las firmas japonesas contratan a constructoras asiáticas para erigir sus naves, aunque también ha habido algunos desarrollos hechos por mexicanas.
Las naves industriales de las empresas japonesas establecidas en los parques de Lintel son de concreto, otras pocas se han construido al estilo japonés, de metal y con una fachada de block cara de piedra en el medio.
"Para los japoneses el cumplimiento es básico, son personas muy ordenadas y serias en sus negociaciones, y esperan lo mismo de las constructoras", comentó el directivo.
Ellos acostumbran consultar a otras empresas del ramo, incluso a sus competidores, antes de contratar algún servicio. En nuestro caso, las referencias que dio Keihin -una de las empresas que se instaló en el parque Colinas de San Luis y que solicitó a Lintel que construyera su nave- fueron decisivas para que otras empresas se animaran a construir con firmas mexicanas, comentó Barreda.
Lintel ha desarrollado más de 3 millones de m2 de naves industriales, equivalentes a 1,500 hectáreas en 11 parques industriales, y ha encabezado 235 proyectos en 22 estados.