Cubanos inician visitas turísticas a Capitolio en plena restauración
Los cubanos comenzaron de nuevo a hacer turismo en el Capitolio Nacional, una imponente estructura arquitectónica una vez rechazada como símbolo del imperialismo estadounidense, pero ahora en proceso de restauración para su reapertura como sede de la Asamblea Nacional del Gobierno comunista de Cuba.
Construido en 1929 para acoger al Congreso de la República de Cuba, el edificio fue usado rápidamente para otras funciones después de la revolución de 1959, junto a otras instalaciones como el Palacio Presidencial, pues eran vistas como legados de gobiernos corruptos amparados por Estados Unidos.
"Volver a retomar aquí el 59, me parece que era en aquel momento algo que se quería borrar", dijo Jorge Cisneros, uno de los principales artífices de la restauración.
El Capitolio de La Habana, que fue sede recientemente del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, se está apreciando nuevamente ante la proximidad del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba el 20 de este mes.
Un grupo de unos 20 cubanos recorrió el jueves pasado los pasillos y observó las maravillas neoclásicas llenas de polvo del Capitolio, en lo que constituye la primera visita programada desde que comenzó una minuciosa restauración en 2010.
Los arquitectos se negaron a ofrecer una fecha para su reapertura o cuándo la Asamblea Nacional (Parlamento) tendría su primera sesión en el Capitolio. Tampoco revelaron el monto de la inversión, que, dijo Cisneros, estaba siendo auspiciada por el Gobierno cubano.
Desde que reemplazó a su convaleciente hermano Fidel Castro en 2008, el presidente cubano, Raúl Castro, ha mejorado las relaciones con Estados Unidos, su exrival de la Guerra Fría, y puso fin a las manifestaciones "antimperialistas" frente a Sección de Intereses de Washington en La Habana, el mismo edificio que se convertirá en embajada a partir del 20 de julio.
"Hace mucho rato que los cambios se están dando. Estados Unidos ha llegado muy tarde", dijo Iraida López, una cubana-estadounidense de Nueva Jersey que visitó el Capitolio y que abandonó la isla en 1968 luego que los negocios de su padre fueron nacionalizados.
Las visitas se limitan a pequeños grupos y son organizadas como parte de la programación cultural de verano de la Oficina del Historiador de La Habana, que supervisa las obras de restauración.
FOTOS: Reuters
Construido 103 años después que el Capitolio de Washington, la cúpula del edificio de Cuba es de 92 metros de altos, 3.7 metros más que la de Washington.
Cisneros defendió, por su parte, el ritmo del proyecto.
"La renovación de la Casa Blanca, que cabe ocho veces en este edificio, tomó cuatro años finalizando en 1952", dijo Cisneros.
"El Capitolio de Washington, donde sólo se restauró el área de la cúpula, tomó dos años en su restauración, y aquellos trabajadores tenían aire acondicionado", añadió.