La mujer que empodera a las mujeres con albañilería
A lo largo de 16 años, la arquitecta Ofelia Ramos Campos se ha dedicado a empoderar a miles de mujeres jaliscienses cambiándoles "el chip" de que su naturaleza contribuye a llegar hasta donde se lo propongan.
La profesionista, egresada de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, afirmó que lo más gratificante para ella es ver los resultados, ya que "entran a la capacitación de un modo y salen de otro, con mucha seguridad y defendiendo la equidad de género".
Ramos Campos, quien es instructora de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Jalisco, dio a conocer que su labor es capacitar en oficios que no son tradicionales para las mujeres, principalmente en temas de albañilería "porque yo estoy cien por ciento en obra".
Explicó que con el aval de la CMIC y con el apoyo del Instituto Jalisciense y Municipal de las Mujeres, reclutan a mujeres violentadas en sus hogares. "Como se trata de un mujeres vulnerables empiezo a capacitarlas en el tema de valores humanos y luego sobre el oficio", dijo.
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Desde la mezcla hasta el colado
Añadió que la práctica es la parte más interesante porque se enfrentan a "la cultura machista de los albañiles, incluso de los profesionistas", pero finalmente se dan cuenta que "no queremos reemplazarlos ni ser superiores, cada quien tiene su naturaleza, pero las capacidades las podemos adquirir todos".
Señaló que aunque solamente alrededor de 2% de los albañiles son mujeres, ha sido evidente que el sector femenino igual puede hacer mezcla, castillos, colados, pegar azulejos y piso, resanar, pintar, construir bóvedas, texturizar paredes, entre otras cosas.
Ramos Campos citó como ejemplo que el año pasado un grupo de 40 mujeres que ella misma capacitó, levantó alrededor de 14 viviendas con mucho éxito, en un programa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) junto con el Instituto Municipal de las Mujeres.
Manifestó que a pesar de que muchas de las mujeres que capacita dejan la obra, es muy gratificante saber que cambiaron de mentalidad, que ahora saben que pueden ser independientes y que son capaces de realizar tareas que socialmente han sido asignadas para los hombres.
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"Poco a poco se irán incorporando más mujeres en la obra y quedarán atrás los problemas de machismo. Yo misma como arquitecta he tenido que enfrentar problemas con ingenieros y otros arquitectos, incluso hacen de todo para sacarme de una obra", recordó.
Con mucha satisfacción recordó que también ha podido capacitar a grupos de hombres. "Me dicen: ¿Tú nos vas a capacitar?, es difícil cambiarles el chip de que una mujer puede desempeñar cualquier actividad, pero finalmente los resultados son buenos porque tengo la sensibilidad de cómo abordarlos", dijo.
La arquitecta resaltó que las mujeres se destacan mucho en la obra por su limpieza, orden, cuidado, toman más medidas de seguridad, son más precisas, cuidadosas y previsoras, ya que los hombres lo hacen más mecánico, sobre todo por la cultura de los albañiles.