Constructoras mexicanas cambian su estrategia para competir
Cuando la Unión Europea dejó de subsidiar el desarrollo de infraestructura en España, las constructoras ibéricas exploraron nuevos mercados como México y otros países de Latinoamérica. Entonces, las empresas locales reformularon su estrategia y apostaron por aliarse para competir en el juego.
Sin embargo, firmas extranjeras, principalmente españolas, han ganado los contratos más grandes de infraestructura, refiere Federico Martínez, presidente de la mexicana Tradeco.
OHL, FCC, Sacyr, Acciona, Globalvia e Isolux, además de la portuguesa Mota-Engil, obtuvieron contratos en México que van desde obras ferroviarias, operación de aeropuertos, autopistas, puertos y hospitales, e incluso plantas hidroeléctricas en el caso de Mota-Engil.
OHL México es una firma española que ha ganado contratos por cerca de 28,000 millones de pesos (mdp) en los últimos tres años, además de tener otros negocios en el sector turístico y energético.
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Ante esa coyuntura y con grandes proyectos en el horizonte, las empresas mexicanas buscan nuevas alternativas para ser más competitivas.
“No debemos buscar un México protegido para algunos, sino buscar un México capacitado para responder a la competencia global”, reconoce Fernando Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) y empresario del sector de la construcción.
Conformar alianzas y consorcios que reúnan a empresas con diferentes especialidades es una vía para presentar una propuesta más atractiva, considera Gustavo Arballo, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC).
Por ejemplo, ante la obra más importante de la administración actual, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), la firma Coconal ha apostado por entrar al proyecto en asociación con otras compañías.
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“Tenemos que afrontarlo asociados, no es porque no podamos, pero creo que crecer tanto no es bueno, hay que hacerlo paso a paso y compartir el riesgo con otra empresa”, dice Héctor Ovalle, presidente de Coconal, respecto al procedimiento que seguirán en las licitaciones que vienen para el nuevo aeródromo.
Entre los mayores contratos para el NAICM están el del diseño, encabezado por la firma londinense Foster + Partners en cojunto con la mexicana Fr-ee, y el proyecto ejecutivo, a cargo de la holandesa Netherlands Airport Consultants.
“No vamos a poder evitar que entren las empresas extranjeras; en algunos casos no hay de otra y tienen que hacerlo, pero una vez que suceda hay que generar consorcios para que las empresas mexicanas también tengan un valor agregado”, estima el presidente de la CMIC.