El primer deprimido de dos pisos en CDMX promete ser el más seguro
El desnivel Mixcoac-Insurgentes alista los últimos detalles para ser inagurado el próximo 15 de agosto como el primer deprimido construido en dos pisos de la Ciudad de México, cuyo costo ascendió a 1,200 millones de pesos.
Entre los retos técnicos de la obra se encuentra precisamente la construcción en dos niveles con el objetivo de ocupar una sección menos del río Mixcoac y disminuir al máximo el cauce del entubamiento.
Sólo se ocupó el cuerpo sur de avenida Río Mixcoac y la cimentación se hizo hasta 35 metros de profundidad, con un sistema de pilas de concreto reforzado coladas en sitio (2,400 pilas), rigidizadas con tabletas de concreto prefabricadas para darle cuerpo (2,000).
En las zonas en las que se convivió con el afluente, se construyeron galerías protectoras para salvaguardarlo.
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Durante la excavación no se encontraron restos arqueológicos, pero sí los colectores del Río Mixcoac (de 2.44m de diámetro) y otros colectores más pequeños, atarjeas, redes de agua potable, conductos de fibra óptica y de gas natural.
No solo un reto consructivo, también vecinal
El primer túnel de doble piso que se construyó en México demoró casi dos años y costó 1,200 millones de pesos y enfrentó el rechazo de los vecinos de las colonias aledañas.
"Más allá del reto de construcción, el reto social fue importante para realizar la obra", reconoce Edgar Tungüí, secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México a Obrasweb.mx.
Habitantes de las colonias Acacias, Crédito Constructor, Florida, Del Valle y San José Insurgentes protegieron sus propiedades y solicitaron mejoras para reducir el impacto ecológico.
Las autoridades de la Sobse se reunieron más de 150 veces con los colonos e hicieron 45 recorridos con especialistas en la materia para satisfacer las demandas y aplicar las 18 enmiendas al proyecto que solicitaron.
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La construcción inició oficialmente el 25 de agosto de 2015 con un plazo de ejecución de 22 meses, por lo que la obra debió entregarse el 22 de junio pasado. Sin embargo, ocurrieron 28 días de contingencia ambiental que detuvieron completamente la obra, de acuerdo con el titular de la Sobse.
El más seguro del país, presumen
"La seguridad fue un punto crucial que demandaron los vecinos y el gobierno de la CDMX cumplió", aseguró el funcionario. Se instalaron 29 cámaras de video-vigilancia conectadas al C5 las 24 horas del día.
Además, el túnel tiene un cárcamo de bombeo con capacidad de 240 metros cúbicos que mitigará las inundaciones.
"Se ayuda de dos atarjeas individuales, es decir, no comparten el desahogo del agua ni con la red pública a nivel ni con la red domiciliaria. Son exclusivas para el paso a desnivel y hay bocas de tormenta en las entradas/salidas para captar la mayor agua posible", explicó el ingeniero a cargo, Ricardo Martínez.
La totalidad del túnel -casi tres kilómetros (ida, vuelta y las gasas de desincorporación)- cuenta con 14 ventiladores bidireccionales y sensores que miden la calidad del aire y se activarán cuando la temperatura en el interior sea de 30º C para hacer circular el aire o bien cuando la contaminación alcance las 400 partes por millón.
El deprimido forma parte del esquema de proyecto para prestación de servicios (PPS) para el mantenimiento integral del Circuito Interior, que tiene una duración de 12 años.
Actualmente, esta red vial suma 41 km, de los cuales 35 ya son continuos (sin semáforos). Las otras cinco obras costaron 6,500 millones de pesos (mdp). "La del deprimido Mixcoac-Insurgentes costó 1,200 mdp", apunta Edgar Tungüí.
El consorcio responsable de los trabajos es Operadora y Mantenedora del Circuito Interior S.A. de C.V.
La obra en su parte exterior legará un parque lineal de 900 m de longitud, de Insurgentes a Barranca del Muerto, con un andador peatonal con fuentes y bancas. El parque se construyó como obra de mitigación. También se recuperaron cerca de 20,000 metros cuadrados de espacio público y se hizo una restitución de 30,000 metros cuadrados de banquetas.
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Un ahorro destacado por el secretario Tungüí, es que antes del paso a desnivel los automovilistas demoraban de cinco a seis semáforos para cruzar este tramo. La obra ahorrará de 25 a 30 minutos, y el beneficio ambiental logrará una reducción de hasta 65% de contaminantes.
Cálculos citados por el secretario de Obras señalan que la plusvalía en la zona aumentará entre 15% y 20% e impactará favorablemente a 300,000 automovilistas que circulan por ahí todos los días.
Render y gráfico: Cortesía Sobse