Así llegó ICA finalmente a concurso mercantil
Empresas ICA, la que por muchos años fuera la mayor constructora de México, dio a conocer el viernes que presentó una solicitud de concurso mercantil con plan de reestructura, con el que buscará negociar su pesada deuda.
La solicitud de concurso mercantil está acordado con la mayoría de los prestamistas de ICA, a efectos de cumplir con la Ley de Concursos Mercantiles, e incluye cuatro subsidiarias: ICA Tenedora (Icaten), Constructoras ICA (Cicasa), Controladora de Operaciones de Infraestructura (Conoisa), - la subsidiaria más activa en licitaciones -, así como Controladora de Empresas de Vivienda (Conevisa), dijo ICA en un comunicado.
Estas subsidiarias, que engloban la mayoría de los activos, son el aval de ICA en los bonos emitidos y créditos contratados. Incluso Icaten, la poseedora de la mayoría de las concesiones de la constructora, fue creada exprofeso en marzo para garantizar el último gran crédito que le fue otorgado, el de Fintech Advisory, por 215 millones de dólares.
"Con este evento, se cumple con un paso fundamental para la implementación de la reestructura de los pasivos de la compañía y sus referidas subsidiarias, fortaleciendo su situación financiera", dijo ICA en el comunicado. "El proceso de reestructura busca preservar las operaciones y el negocio en marcha de las entidades que integran el grupo".
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Cuánto debe
El constructor de obras monumentales como el Estadio Azteca o la Basílica de Guadalupe tiene una deuda de 65,151 millones de pesos (3,700 millones de dólares), la mitad de ella a corto plazo, de acuerdo con sus resultados financieros del primer trimestre del año, los últimos reportados.
Si bien es cierto que los problemas de ICA se gestaron con el paso de los años, fue 2015 cuando se encendieron los focos rojos. Recortes del gobierno de México a sus gastos en infraestructura, aunado a la devaluación del peso frente al dólar, provocó que la compañía enfrentara con menos liquidez una deuda en aumento. Ese año también sufrió la cancelación de un acueducto que construiría y que llevaría agua a la ciudad de Monterrey.
Fue a finales de noviembre de ese año cuando comenzó a dejar de pagar sus obligaciones financieras, en concreto el pago de 31 millones de dólares de un bono global, para preservar sus recursos en caja y con ello intentar mejorar su situación financiera.
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Posteriormente hizo cambios en su equipo directivo, nombró a Alfonso González Migoya codirector general, y a Orlando Loera como director de reestructura, quienes se enfocarían en contar con una propuesta para sus acreedores a mediados de febrero de 2016, la cual nunca llegó.
Ambos directivos terminaron por hacerse a un lado para darle paso a Guadalupe Phillips Margain, una abogada con una experiencia de 20 años en mercados financieros, que entró en la posición de Loera, pero que a la postre fue elegida directora general de ICA tras el fallecimiento de Luis Zárate.
La familia pierde poder
Mientras, la familia Quintana, a quien el principal fundador de ICA, Bernardo Quintana Arrioja, legó la compañía, fue perdiendo posiciones tanto en el consejo de administración como en la plana directiva.
Alonso Quintana Kawage renunció a la dirección general y dejó su asiento en el consejo, al igual que sus hermanos Diego y Rodrigo. La presidencia la conservó Bernardo Quintana Isaac, hijo de Quintana Arrioja y padre de Alonso, Diego y Rodrigo.
El director general de ICA, Luis Zárate, fallece
En los últimos 18 meses la compañía se ha visto obligada a disminuir drásticamente su plantilla y a vender gran parte de sus activos, entre ellos su interés de 49% en Proactiva Medio Ambiente México, una empresa de manejo de desechos ambientales, por 1,240 millones de pesos (72.1 millones de dólares al tipo de cambo de ese entonces), o la concesión Túnel Diamante y Autopista Mitla, por 167 millones de pesos (9.5 millones de dólares).
Entre las desinversiones obligadas están las de sus acciones que no son de control en el Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), el administrador de 13 aeropuertos en México, para pagar 305 millones de dólares a Santander México, Deutsche Securities y Value Arrendadora.
Obras en proceso
ICA mantendrá sus actividades, por lo que sus subsidiarias operativas continuarán operando de forma regular y ejecutarán los proyectos de infraestructura que le han sido asignados y participando en los proyectos de infraestructura que se presenten.
Entre los compromisos que tiene en pie la constructora y que ganó este año, están el edificio terminal del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), la obra más codiciada de las que licitó el gobierno federal para ese proyecto, una obra de 84,828 millones de pesos (4,545 millones de dólares), así como el puente vehicular de Campeche que conectará a Isla del Carmen con Isla Aguada, un contrato de 1,120 millones de pesos (60 millones de dólares), ambos en consorcio.
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Del mismo modo, los proyectos concesionados, incluyendo aquellos con instituciones financieras y la banca de desarrollo, seguirán desarrollándose en sus términos.
"El proceso de reestructura busca preservar las operaciones y el negocio en marcha de las entidades que integran al Grupo ICA", dijo la empresa en su comunicado.