Publicidad
Publicidad

Autoconstrucción, materiales y vejez motivaron derrumbe de casas en Juchitán

En la comunidad oaxaqueña buena parte de las viviendas derruidas por el sismo son de teja y fueron construidas hace ya varias décadas.
lun 11 septiembre 2017 03:47 PM
oaxaca juchitán temblor
oaxaca juchitán temblor - (Foto: AFP)

La autoconstrucción y la falta de planificación, sumada a la edad de las casas y a materiales inadecuados para hacer frente a un terremoto, propiciaron la catástrofe en el municipio mexicano de Juchitán.

El arquitecto Carlos Daniel León, residente de esta localidad oaxaqueña, afectada por el sismo de 8.2 ocurrido el pasado jueves, explicó a la agencia EFE que "en los estados hay mucha cultura de la autoconstrucción. Y no hay un proyecto arquitectónico ni estructural en el cual se basen para realizar las viviendas".

Para León, una multiplicidad de factores llevaron al derrumbe o daño en la infraestructura de unas 7,000 viviendas, muchas de ellas en el centro de esta ciudad de alrededor de 100,000 habitantes.

Lee: Cómo identificar alto riesgo en un inmueble luego de un sismo

"El estudio de mecánica del suelo es indispensable para la ejecución de la obra", resaltó.

A la autoconstrucción -a menudo por motivos económicos- y a la falta de un proyecto, se le suma el material utilizado.

Publicidad

En Juchitán buena parte de las casas derruidas son de teja y fueron construidas hace ya varias décadas.

"En las construcciones de hace más de 50 años se manejaba materiales de la zona. Estamos hablando de piedras de barro, teja de barro, precocido, y mezcla de barro. No se consideraba acero de refuerzo", lamentó el experto.

Pese a estar ubicado en el Istmo de Tehuantepec, una zona sísmica, en Juchitán muchas casas son de "pura mampostería", un sistema tradicional de construcción en el que se colocan a mano los ladrillos o bloques.

"Por la edad de la vivienda, no estaba calculado para un movimiento de esta magnitud", agregó.

No obstante, hay edificios más modernos que también sufrieron los estragos de este sismo que dejó al menos 95 muertos, 37 de ellos en Juchitán, según reportes preliminares, y 2.3 millones de damnificados entre Chiapas y Oaxaca, los estados más afectados.

El problema radica en que, si bien se usa hormigón y acero en las nuevas construcciones, muchas veces ni la "ejecución" es correcta ni se usan "las cantidades exactas" de cada elemento.

En Juchitán, sorprende también que varios establecimientos comerciales, algunos de grandes cadenas, hayan resultado dañados por el movimiento telúrico. León considera que lo más probable es que las compañías tengan un prototipo definido de obra, que reproducen a lo largo del país.

"Pero no es lo mismo construir en Oaxaca que en Yucatán (sureste), donde el nivel sísmico es casi nulo", explicó.

Para prevenir este tipo de catástrofes, la autoridad municipal debería haber sido mucho más estricta. "Se han de tener permisos de construcción debidamente respaldados, con proyectos estructurales y una mecánica de suelos para evitar este tipo de desastres", aseveró.

Lee: El patrimonio (sin inventariar) que el sismo de 1985 se llevó

Así, deseó que, acontecida la tragedia, sirva por lo menos para que se adopten mayores controles y medidas similares a las implementadas en la Ciudad de México tras el terremoto de 1985, que dejó miles de muertos y desaparecidos en la capital.

"Que sea un parteaguas para las nuevas construcciones", confió.

Tags

Materiales de construcción

Publicidad

Publicidad