Los ganadoras de Obra del Año confían en iniciativas de Sheinbaum

Las propuestas de endurecer las reglas de edificación y recuperar espacios públicos de la futura Jefa de Gobierno de la CDMX son consideradas positivas por los desarrolladores y arquitectos reconocidos en Obra del Año 2018, la edición anual de Obras.
cdmx reforma - (Foto: iStock by Getty Images )

Hace unos días, Claudia Sheinbaum, gobernadora electa de la Ciudad de México, anunció que eliminará los polígonos de actuación, una figura legal que se ha utilizado para construir mega obras en zonas originalmente habitacionales, y propuso recuperar espacios públicos. Ambas ideas, en términos generales, son bien vistas por los desarrolladores ganadores de la edición 2018 de los reconocimientos Obra del Año, que llevó a cabo Obras el 8 de agosto.

Enrique Villanueva, director de desarrollo de Pulso Inmobiliario —ganador de la categoría Edificación con la Torre Manacar— opinó que "la ciudad se tiene que desarrollar de una forma sustentable y con reglas, por eso nos da mucho gusto que las nuevas autoridades estén promoviendo que así sea".

Sin embargo —agregó—, estas reglas no deben frenar la dinámica de la Ciudad de México, que tiene muchas necesidades de todo tipo en infraestructura. Si los polígonos —que Villanueva no ve problemáticos por sí mismos— van a desaparecer, habrá que desarrollar nuevos ordenamientos para que la industria pueda trabajar en conjunto con el gobierno.

Sobre el tema de incentivar proyectos de áreas verdes y recuperar los espacios públicos para la ciudadanía, el arquitecto Víctor Márquez, quien diseñó La Mexicana —parque en Santa Fe y máximo ganador Obra del Año 2018— dijo que está buscando llevar a Sheinbaum a que conozca el parque, el modelo y la gestión que se hizo con el gobierno para que el proyecto se llevara a cabo.

"Lo que nos importa que entienda es que es un proyecto de la gente, para la gente, y sería muy malo que alguien pensara que esto está hecho para que alguien gane dinero", comentó Márquez.

El modelo del parque —explicó— partió de la idea de que la ciudad no tiene recursos, por lo que el sector privado debe invertir en el espacio público, y la ciudad tiene que permitir que se desarrollen productos que le puedan dar alguna utilidad a los privados.

"Antes, estos proyectos de mitigación se dejaban al final de la construcción, y por eso nunca se hacían. Nosotros, lo que hicimos es poner primero el espacio público y después que se desarrolle con lo que se gane dinero", señaló Márquez.