El proyecto del Tren Maya buscará hacer socios a los ejidatarios
El próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca hacer socios a los propietarios de tierras para el proyecto del Tren Maya, con lo que pretende facilitar la liberación de derechos de vía y evitar conflictos con ejidatarios, dijo Rogelio Jiménez Pons, próximo titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), de acuerdo con lo que publica este lunes el diario Reforma.
El futuro funcionario aseguró que las negociaciones iniciarón desde hace dos años con algunas comunidades y con otras apenas se están comenzando.
Detalló que no buscarán comprar predios, sino incorporarlos a un Fideicomiso de Inversión de Bienes Raíces (Fibra). Con ello, las comunidades se quedan con su propiedad, no son desplazadas y reciben una renta.
El plan incluye tanto a los terrenos por donde correrá el tren como los aledaños a las 15 estaciones que se construirán. Estos últimos, además, contarán con espacios comerciales.
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La Fibra, agregó, tiene la ventaja de ser transparente, puesto que tiene que registrarse en la Bolsa Mexicana de Valores y ello obliga a hacer públicos sus movimientos.
Retos ambientales, tecnológicos y sociales
El Tren Maya se ha convertido en el proyecto de infraestructura más ambicioso para el desarrollo del sureste de México por sus implicaciones económicas y para la región. Es, también, el plan estrella del gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador .
El costo del proyecto se acerca a los 150,000 millones de pesos, aunque esta cifra puede aumentar en función de los diferentes trazados.
De acuerdo con expertos vinculados al proyecto, puede estar concluido en menos de seis años, lo que generaría beneficios para cinco estados del sureste, al darles una nueva opción de transporte y una plataforma de desarrollo regional.
El coordinador científico del mismo, Javier Velázquez Moctezuma, describió para la agencia EFE el plan como "mayúsculo" por los retos ambientales, tecnológicos y de desarrollo social.
En el trazado previsto por el equipo de López Obrador, el recorrido sería de 1,500 kilómetros e iría desde Palenque (Chiapas) a Cancún (Quintana Roo) pasando por Bacalar, Tulum y Playa del Carmen, para continuar hacia Valladolid, Mérida y Xpujil.
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Los cinco estados beneficiados serían Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Tabasco.
Sobre el desafío ambiental, Velázquez Moctezuma explicó que cualquier obra implica un impacto en el ambiente, por lo que están comprometidos con medidas de compensación para que el ecosistema "no solamente no resulte perjudicado, sino que mejore".
A diésel y a hidrógeno
Agregó que los retos energéticos están vinculados con el movimiento del tren: "Estamos pensando en usar hidrógeno en unos tramos, en otros diésel, y ello dependerá de qué oferta, de qué disponibilidad hay de parte de las instituciones".
Al utilizar en unos tramos diésel y en otros hidrógeno, el objetivo es mitigar el impacto que el tren tenga sobre el ambiente.
"Hay un tramo que pasa por la selva y ahí queremos utilizar lo menos posible factores contaminantes, y el hidrógeno es una buena alternativa. No se puede pensar para todo el tramo, porque todavía no hay la disponibilidad de la producción y el almacenamiento. Tenemos que ser cautos y hablar de solo unos tramos", añadió.
Velázquez Moctezuma animó a las universidades locales a involucrarse en este proyecto como "una enorme oportunidad" para la comunidad científica de vincularse en la toma de decisiones, lo que tradicionalmente no sucede y en este proyecto, sostiene, está siendo tomado en cuenta desde el principio.
"Queremos verlo funcionar, terminarlo y que eche a andar en este sexenio, queremos dejarlo andando", dijo Velázquez Moctezuma, quien ha sido profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México.
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3 tipos de multimodales
El titular de Planeación Regional y Urbana, Fernando D'Acosta, señaló que el proyecto prevé tres tipos de estaciones, todas ellas "multimodales", que buscarán satisfacer distintas necesidades según los sitios en los que sean establecidas y tendrán diversos tamaños.
"Las de nivel uno integrarán sistemas de autotransporte, automotores, autobuses, vehículos de renta, todo lo que tenga que ver con carreteras", indicó.
"Las de tipo dos son estaciones que, aunque sí son multimodales, son más pequeñas y dan servicio de una cobertura más inmediata a la estación que las de nivel uno, y la terminal tres es una muy pequeña que es de paso, de una parada, y lleva los servicios básicos de una estación de tren", dijo.
El especialista explicó que esas estaciones son de diferentes tamaños, cada una en cuanto a la extensión de terreno requerida y en cuanto a construcción, "también están escaladas en esos tres niveles".
La primera etapa será Cancún-Palenque y luego se integrarán Palenque, Campeche y Mérida, con las que, dijo, se cierra el círculo completo.
Sobre la disponibilidad de ciudades como Cancún, Mérida y Campeche, abundó que tienen ya varias propuestas de lugares para hacer las estaciones y, dependiendo del predio que sea utilizado, harán un proyecto de integración vial de la estación a su contexto urbano.
