Las obras y las oficinas de Desarrollo de Arquitectura y Sustentabilidad (DAS) tienen una condición común: reciclan todo el material posible.
Al final del año, lo obtenido por el reciclaje se reparte entre los trabajadores en forma de despensas u otro tipo de remuneraciones. La idea, comenta el director del despacho Gerardo Asali, es que la gente vea que es rentable, tal y como le sucede a los clientes cuando descubren que a la larga el diseño sustentable, que en apariencia salió más caro, les devuelve su inversión y comienza a ahorrarles dinero, además de mejorar su calidad de vida y ayudar a mantener el entorno.
"(Al) ver esta actitud depredadora o destructiva del ser humano, me parece que lo mínimo que podemos hacer es, si ya estamos dedicados a una carrera que
por esencia tiende a cambiar el medio ambiente, ¿por qué no tratar de cambiarlo de una forma positiva desde un principio?", que se logra con efectos sencillos y planeación.
Un ejemplo de esto es un complejo habitacional en San Ángel en el que DAS participó, allí se instalaron paneles solares que precalientan el agua, logrando un ahorro considerable de gas, o bien instalando canales para recuperar aguas pluviales que serán usadas para los servicios de uso común y riego.
Más información en el número de marzo de la Revista Obras (de venta en
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