Comunidades rechazan el Tren Maya hasta el corazón de Calakmul
CIUDAD DE MÉXICO. El Tren Maya incluirá 972 kilómetros de nuevas vías férreas: 226 km en Campeche, 521 km en Quintana Roo y 225 km en Yucatán. Pero lo que más polémica genera en el tramo selva es el diseño de un 'tren interior' en la zona núcleo de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, a partir del que se crearían siete nuevas comunidades turísticas en el área natural protegida (ANP) de Balamkú y la zona de amortiguamiento, según un documento dado a conocer por el equipo del Tren Maya.
La propuesta ha generado la oposición de ejidatarios y ambientalistas, que se mostraron en contra de que el Tren Maya pueda llegar hasta la zona arqueológica, ya que podría poner en riesgo la declaración de Patrimonio Mixto de la Humanidad, entregada por la UNESCO en 2014.
"La comunidad está a favor de que se haga la estación en los derechos de vía (…), pero está en contra de que este tren ingrese al sitio arqueológico, a la Reserva; sería algo desastroso para la flora y la fauna y, como comunidad, no lo permitiríamos", dice Refugio Ascensión Olarte, comisario ejidal de Nuevo Conhuas, el ejido donde se ubicaría la estación y uno de los más grandes en la Reserva, según los planos presentados en el documento.
De las 723,185 ha que comprenden el decreto de formación de la Reserva, el 49.6% es ejidal, 2% propiedad privada y 48.4% terrenos nacionales, según el Plan de Manejo de la reserva.
Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), señala que "habría que revisar la viabilidad de las nuevas comunidades, pero es una Reserva de la Biósfera, no es cualquier ANP". Además, añade que en la zona, no solo está Calakmul, sino que además hay otras áreas protegidas a nivel estatal, que también son igualmente ricas en recursos y que habría que contemplar para ver qué se puede hacer en ellas”.
Por ahora, ante la falta de información precisa con datos georreferenciados, los expertos comparten la preocupación sobre dónde estarían las nuevas comunidades y cómo sería el diseño de esa vía interior que llegaría hasta el corazón de la reserva.
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Alberto Escamilla, director del ANP de Balamkú, advierte que esta información "ha generado muchas dudas y muchas inquietudes; el problema principal de la región es el agua, y eso lo tienen que pensar antes de crear una nueva comunidad turística".
Para evaluar su viabilidad, advierte, se necesitan conocer los datos georreferenciados y determinar a qué propiedades correspondería la ubicación. "Si la propuesta fuera en las zonas núcleo (de Balamkú) sería descalificada, no habría posibilidad. Si es en una zona de amortiguamiento, habría que ver qué normas aplicarían. Cuando tengan una coordenada donde podamos proyectar; mientras, estamos en el terreno especulativo", añade Escamilla.