
Al mismo tiempo, a unos cuantos metros de distancia, las obras continúan a marchas forzadas, entre una nube de polvo que no permite ver el camino y con el vaivén de camiones de carga transportando material de un lado a otro. Al exterior, una parte de los accesos está lista y adornada con plantas, pero con las conexiones a las vialidades llenas de trabajadores que aprietan el paso para intentar tenerlas listas este año.
La información referente al estado de las obras y sobre lo que estará listo para el 21 de marzo, día de su apertura, tampoco está clara. La veda electoral detuvo los informes sobre el avance de la construcción, además de prohibir que en la inauguración las autoridades hablen sobre el proyecto. En contraparte, ciudadanos ya han podido visitar el corredor cultural y la terminal aérea en un paseo en bicicletas en donde la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), institución a cargo, dio un recorrido por las instalaciones.
AIFA sin acceso principal ni vialidades
El gran “pero” del aeropuerto de Santa Lucía ha sido su conectividad terrestre, tema que con la inauguración en puerta, no se ha terminado de resolver y las muestras están en el camino.

Al partir del centro de la Ciudad de México en automóvil, los señalamientos comienzan a aparecer a la altura del Aeropuerto Benito Juárez (AICM). A la altura del Río de los Remedios hay dos opciones de circulación: tomar la autopista Siervo de la Nación, sólo con paso por TAG, o seguir sobre Canal del Desagüe para después incorporarse a la carretera México-Pachuca.
En el primer caso, se debe continuar por la autopista hasta la salida al Circuito Exterior Mexiquense, circular sobre él y llegar al entronque Tonanitla, que a su vez llegaría a la entrada principal del aeropuerto, en la terminal de pasajeros, pero esta no existe todavía. Las obras continúan, por lo que no es posible tomar la ruta.
Antes de llegar al punto, no hay señalamientos que indiquen que la entrada principal del AIFA (y que marca Google Maps) no está habilitada.
