Museo del Ejército, oferta turística para paseantes en Puebla
Banderas, uniformes, vehículos militares, estandartes y pinturas son algunos de los artículos que resguarda el Museo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos que se encuentra en esta ciudad, por lo que se convierte en un nuevo punto turístico para pobladores y visitantes.
En el inmueble, que antes albergara el Antiguo Colegio de San Francisco Xavier, en la calle 13 Sur número 103 en el Centro Histórico, se encuentra este recinto cultural, que desde noviembre pasado abrió sus puertas para reconocer el trabajo de las fuerzas armadas en México y revalorar la participación de Puebla en momentos históricos del país.
Durante un recorrido en el edificio de 2,200 metros cuadrados se exponen las piezas, algunas entregadas en comodato por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y otras más por donaciones de particulares e instituciones diversas.
El museo surge a propuesta del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y fue inaugurado el 18 de noviembre de 2014. Contempla un total de 12 salas y en cada una se aborda un tema diferente; sin duda, la más especial es la dedicada al general Ignacio Zaragoza, de acuerdo con los datos de ese espacio.
En el patio central del edificio es imposible no mirar dos tanquetas militares M8, así como un avión que se usó durante la Segunda Guerra Mundial.
Al respecto, encargados del museo relatan como anécdota que la ironía se hizo presente para colocar estos vehículos.
El avión entró por la puerta principal, ya que es posible quitarle las alas, pero las tanquetas entraron por el techo con la ayuda de dos grúas, espacio que disfrutan mucho los visitantes para tomarse fotografías.
La primera sala aborda la historia del Antiguo Colegio de San Francisco Xavier, inmueble donde se llevó a cabo el ataque mayor del sitio de Puebla, por parte de las fuerzas francesas.
El visitante puede apreciar la maqueta que refiere cómo estaba construido el conjunto, el cual incluía la escuela primaria 2 de abril, la iglesia y la ex penitenciaria del estado de Puebla. También, exhiben vestimenta que usaron los jesuitas y algunos cuadros de la época.
En la siguiente sala comienza la historia de las fuerzas armadas, que inicia en la época prehispánica con el Ejército mexica, la raíz del actual Ejército Mexicano.
Se aborda la historia de éste y se hace referencia a las armas con las que contaban como: lanzas, armas a base de madera y piedras preciosas, así como armamento rústico.
Después del guerrero prehispánico, el recorrido por el recinto nos lleva a la época de la Conquista. En este espacio, se precisa que los colonizadores españoles, en realidad cuando llegaron sólo eran 508 soldados, lo que revela que la Conquista la realizaron los españoles con ayuda de mexicanos cansados por el sometimiento del ejército mexica.
Armaduras, libros, fotos y parte de uniformes, dan muestra de las milicias virreinales, mientras que en la sala dedicada al Movimiento de Independencia sobresale una pintura del cura Miguel Hidalgo y Costilla.
En esta sala, a la gente le llama mucho la atención el cuadro de Hidalgo, ya que no es la imagen que todos conocemos en las láminas de las papelerías o en los libros de historia, pero ésta es la imagen más fidedigna que se tiene del Padre de la Patria, ya que es una pintura hecha por Claudio Linati de Prévost, tomada de una fotografía que obtuvo el periodista.
Debidamente montado y con el apoyo de la tecnología, podemos conocer en las siguientes salas, que se ubican en la planta baja del museo, las etapas de la Intervención Norteamericana y del Porfiriato, en esta última, destaca el crecimiento económico, en redes de transporte, construcciones y estabilización del país al mando del general Porfirio Díaz.
En ese salón se encuentra un arma que se mandó hacer exclusivamente para Porfirio Díaz. Es un revolver calibre 45 que fue hecho por los hermanos Galán, artesanos franceses que no hacían armas, pero que crearon ésta a petición del entonces presidente.
En el segundo piso del museo se ubican seis salas. Nos adentramos a la época de la Revolución Mexicana y el nacimiento del Ejército Constitucionalista Mexicano con Venustiano Carranza a la cabeza.
También presenta fotos y archivos históricos del Escuadrón 201, y se hace mención no sólo a los 40 pilotos, sino también a los encargados del abastecimiento, cocineros, responsables de las municiones y a los cerca de 250 elementos militares que participaron en dicha expedición.
Los visitantes también pueden apreciar la recuperación del inmueble y su construcción antigua, así como sus techos nuevos realizados, de acuerdo con el diseño original, respetando el espíritu del edificio.
También se les hace un reconocimiento a los poblanos que participaron en la Revolución Mexicana, a las mujeres y niños de origen poblano que estuvieron en el movimiento, con una colección en la sala.
La figura y el trabajo del general Ignacio Zaragoza no puede faltar en un museo de este tipo, quien fue uno de los generales más jóvenes que tuvo el Ejército Mexicano y que llegó a ser Secretario de Guerra y Marina, lo que hoy equivale a secretario de la Defensa Nacional.
Una historia por los uniformes que han usado los elementos de la milicia, las diferencias entre los uniformes de gala, de trabajo y los levitas que utilizan los cadetes.
Así como las distinciones entres escuelas militares, al igual que los derechos y obligaciones que tienen los elementos de las fuerzas armadas pueden apreciarse en este museo.
Desde el pasado 18 de noviembre, cuando el museo abrió por primera vez sus puertas y hasta el 30 noviembre, se tuvo una afluencia de seis mil visitantes.
Durante todo diciembre se registraron 12,400 visitantes; mientras que en enero hubo una afluencia de 10,400 visitantes, y en febrero más de 8,000 visitantes lo conocieron.
El museo está abierto de martes a viernes de 10:00 a 17:00 horas; sábado y domingo de 10:00 a 16:00 horas, sin costo alguno para los visitantes.
