Miniedificios, una fiebre en la Ciudad de México
De los 39 edificios de oficinas que se construyen en la Ciudad de México y que se inaugurarán en 2017, 54% corresponden a inmuebles pequeños, con menos de 20,000 metros cuadrados de superficie rentable.
El desarrollo de este tipo de proyectos responde a la dinámica del mercado, la regulación y las posibilidades financieras de los desarrolladores.
"No todos los desarrolladores tienen el capital para hacer proyectos de 40,000 metros cuadrados, no hay tantos terrenos tan grandes, y el éxito que hasta hoy han tenido los desarrolladores es que todo lo que construyen termina comercializándose", explicó Héctor Klerian, director internacional de la firma inmobiliaria JLL México.
Por ejemplo, los principales corredores de oficinas en la capital, como Insurgentes, Reforma y Lomas-Palmas, por ejemplo, tienen pocos y pequeños terrenos disponibles para construir nuevos inmuebles corporativos, y los precios suelen ser elevados.
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A esto se suma la regulación y autorizaciones del uso de suelo, que restringen el área de construcción, agregó Raúl Estrada, director de investigación de mercado de Coldwell Banker Commercial (CBC).
El edificio de oficinas más pequeño que se construye en la ciudad, y que abrirá sus puertas este año, está en Insurgentes Sur 1897, a unas cuadras del metro Miguel Ángel de Quevedo, y cuenta con una superficie rentable de 3,900 metros cuadrados, según datos de CBC.
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Considerando solo la superficie rentable, los 21 'miniedificios' que están en construcción tienen en total 232,800 metros cuadrados de área para rentarse, sólo 26% del total en construcción, ya que buena parte del área rentable está concentrada en pocos gigantes.
Este año, el edificio más grande que se abrirá en la Ciudad de México es el de Gran Patio Revolución, el proyecto mixto de MRP, cuya torre de oficinas tendrá una superficie de 80,000 metros cuadrados rentables.
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Más flexibles
La oferta de esta clase de edificios siempre ha estado presente como una alternativa a aquellas empresas con necesidades de espacios pequeños o para aquellas compañías que tenían oficinas informales en casas, coincidieron los expertos consultados.
"Es una demanda totalmente diferente y alejada de los grandes clientes corporativos. Es un mercado para gente local y que incluso quiere comprar sus oficinas. Hay abogados, notarías, empresas medianas. Pasa que, incluso si estás en una casa, resulta mejor mudarte a un edificio de este tipo", agregó Klerian.
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En un país donde buena parte de las empresas son pequeñas y medianas, se requiere contar con edificios flexibles en ubicación, contratos, prestación de servicios, calidad y funcionalidad, además de buenos precios de renta, explicó Catalina Cerda, directora general de Regus & Spaces en México.
Quienes rentan este tipo de oficinas, además, encuentran precios hasta 20% menores a los que tienen los edificios ubicados en los principales corredores, para poder ser competitivos con el resto de los desarrollos.
Al cierre del año pasado, la Ciudad de México contaba con un inventario de oficinas clase A de 5.75 millones de metro cuadrados, 7.8% por encima de 2015. El precio promedio de las rentas fue de 24.9 dólares por metro cuadrado, de acuerdo con datos de la firma de real estate CBC.