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Casa Melani: "Una sombra en donde refugiarse"

Finalista de la categoría Vivienda Económica y de Interés Social de Obra del Año, la propiedad fue diseñada por BiosArqs para una familia afectada por los sismos del 2017.
vie 11 diciembre 2020 05:00 AM
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020
Casa Melani fue diseñada por BioArqs.

Cuando los dos sismos del 2017 sacudieron a México, cientos de personas se quedaron sin hogar. La reconstrucción y donación de recursos fue complicada, por lo que familias, como la de doña Melani y don Esteban, tuvieron que vivir en casas de lona a falta de un techo.

El despacho BiosArqs decidió actuar y enfocarse en comunidades marginadas, como Cintalapa en Chiapas, en donde el acceso de ayudas y la obtención de bienes para edificar era aún más complicada. Hicieron algunos proyectos de vivienda iniciales, hasta que lograron conseguir fondos suficientes, de la mano de la organización Hábitat para la humanidad, para aterrizar una obra más detallada.

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El involucramiento de los arquitectos Brenda Guillen y Rolando Guillen fue más allá de sólo el diseño. Rastrearon la zona e identificaron a las personas con más necesidad de “una sombra donde refugiarse”, como dicen en la comunidad. Posteriormente, de acuerdo a los requerimientos de la familia, trazaron cómo sería la vivienda y acompañaron en la construcción de un nuevo hogar.

“Nos toca conocerlos viviendo en una casa de campaña improvisada. Conocimos a doña Melani, a don Esteban y a sus dos hijas que vivían con ellos en ese momento. Ellas fueron su principal preocupación, no había un techo para sus hijas, así que comenzamos a hacer lo dibujos con base en lo que nos contaban”, dice Brenda Guillen.

A partir de ese momento, la vida de la familia cambió por completo. Para que la ayuda les fuera otorgada, tenían como condición que participaran en la edificación de la vivienda, acto que los enorgulleció y vinculó aún más con el proyecto; “llegar y decir que ellos mismos ayudaron a construir su propia casa, demostró su resiliencia. Como surgimiento de ave Fénix, después de haber perdido el lugar que habitaban, a causa del temblor, pudieron recuperarse y hacerlo con sus propias manos”, explica la arquitecta.

Para comenzar el proyecto se tomó en cuenta el material que ya existía. La familia había recibido 15,000 pesos de ayuda gubernamental, con lo que habían comprado bloc, que se hizo protagonista en la obra. BiosArqs decidió seguir con este elemento y conjugarlo con la madera de la zona, para hacer un proyecto sencillo y replicable.

Después, tomando en cuenta las condiciones del terreno y el clima cálido de la región, decidieron hacer una vivienda dividida en dos cuerpos. De esta manera, a pesar de ser un espacio de sólo 64 metros cuadrados, se logró dar la sensación de amplitud, ya que el pasillo divisorio funge como una extensión más del hogar y permite dar frescura a los dos cubos, que se abren en dos de sus muros paralelos.

Casa Melani

Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía
Casa Melani, finalista de la categeoría Vivienda económica y social de Obra del Año 2020

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Casa Melani fue diseñada por BioArqs.
Foto: Cortesía

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Pero este espacio tiene otra función: el crecimiento progresivo de la vivienda, “al separar el volumen y dejar abierta el área central, es más fácil para la familia después construir dos muros y colocar un techo, que hacer todo un cuarto completo”, comenta Rolando Guillen.

Además de la estructura, para lograr mantener una temperatura fresca, pero no fría, utilizaron ecotecnia al usar materiales como el ladrillo para hacer el techo que aportó al diseño bioclimático, también compuesto por celosías para dejar circular el viento.

Pero el elemento estrella de Casa Melani es su área de cultivo. A lado de la escalinata para ingresar a la vivienda, BiosArqs brindó a la familia un espacio para poder se,brar y después consumir sus propios alimentos; “don Esteban se dedica al cultivo, a consumir al día lo que produce. Antes rentaba una parcela para este fin, pero con el material mejorado y el diseño de la casa lo pudimos incluir. Ya pudimos ir a comer elotes, calabazas y chiles que él mismo produjo”, cuenta Brenda Guillen.

En cuatro meses la vivienda fue concluida con 190,000 mil pesos, lo que cambió la realidad de la familia, la colonia, y demostró que se puede hacer arquitectura para todos, a precios accesibles y tomando en cuenta las particularidades de las personas; consideran los arquitectos.

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