En su webinar de aniversario, el CEO de Fibra Uno explicó que la contingencia sanitaria causó una crisis que no difiere a las anteriores registradas, por lo que al mantener un plan de prevención tuvieron la holgura de maniobrar.
Una de sus estrategias fue retener a los inquilinos de los sectores afectados (comercial y oficinas) a través de ayuda en el financiamiento; “hicimos descuentos y a cambio no se fueron. Algunos ya comenzaron a pagar y nos ganamos su confianza y lealtad para continuar con nosotros durante muchos años”, dijo André El-Mann.
Esto causó que la desocupación de los centros comerciales fuera la más grave con 4%. Aunque la cifra es pequeña, Funo no se quedó con brazos cruzados y comenzó a idear planes para atraer más clientes e innovar en el sector, una de las lecciones que ha aprendido a través de los años.
Uno de ellos, explica Gonzalo Robina, director general adjunto del fideicomiso, es dar espacio en los estacionamientos para las dark kitchen, modelo de restaurante que vio su auge durante el primer año de la pandemia y que consiste en cocinar y dar comida para llevar, sin espacio para comensales en el lugar.
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El segundo ha sido la implementación de casilleros en los centros comerciales, en donde pueden llegar pedidos de plataformas de e-commerce como Amazon. Así, las personas pueden ir a recogerlos y aprovechar su visita a estas plazas, lo que aumenta su flujo, por lo tanto, las ventas, explicó el directivo.
Las oficinas fueron el segundo pendiente a atender y que tiene una desocupación de 3%. A nivel nacional, este sector ha sido uno de los más afectados ya que para aminorar los contagios de COVID-19 se necesitó mantener la distancia social e implementar el teletrabajo.