La pandemia de COVID-19 aceleró la digitalización de la economía, algo que no es ajeno para el sector inmobiliario. El Big Data y otras tendencias digitales están transformando la manera en la que se construye vivienda y se desarrollan las ciudades en México. Gracias a los datos obtenidos de los usuarios, se pueden construir mejores viviendas, a costos más accesibles y con un mejor retorno de inversión para los desarrolladores, coincidieron los expositores del panel Desarrollo inmobiliario: Smart Cities del Expansión Summit.
La ciencia de datos está transformando el desarrollo urbano en México
"Tenemos más información de dónde está la demanda y dónde tenemos qué construir", explicó en una de sus intervenciones Rodrigo Sánchez-Ríos, cofundador y presidente de La Haus, un sitio que ya cuenta con 500,000 usuarios, que le brindan información valiosa sobre las necesidades de los interesados en adquirir viviendas.
Esto ha permitido optimizar la oferta de vivienda en los centros urbanos de México, así como utilizar los espacios desaprovechados de algunas ciudades mexicanas.
"Se aceleró muchísimo el manejo de datos, nos hemos familiarizado con el Big Data y el acceso a la información", dijo Fernando Sordo Madaleno, director de Arquitectura de Sordo Madaleno Arquitectos.
Este despacho actualmente construye un desarrollo en el Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México donde se está aprovechando esta información para aprovechar mejor la construcción y brindar una mejor experiencia a los usuarios del espacio.
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La tecnología también ha cambiado la manera en la cuál un cliente se aproxima a adquirir una vivienda, pues tiene nuevas peticiones, muchas de ellas derivadas de la pandemia de COVID-19.
"La gente llega ahora más informada" sobre espacios públicos, espacios de trabajo, la infraestructura que un desarrollo necesita y las regulaciones, indicó Sergio Leal, presidente ejecutivo y cofundador de Vinte.
Leal señaló que pequeños detalles, como contar con contactos de electricidad en espacios abierto, pueden hacer la diferencia entre una vivienda de valor alto o una vivienda de valor más bajo.
"La gente comienza a pedir más bienestar por medio de la tecnología", dijo Leal.
Un país dividido en dos
A pesar de las mejores que la tecnología puede traer para desarrollar mejores viviendas, la desigualdad económica y la falta de acceso a servicios públicos aún afecta a muchos mexicanos.
"El mundo se dividió en dos: en los que tenemos o no acceso a internet", dijo Enrique de la Madrid, director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Instituto Tecnológicos de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
El ex secretario de Turismo dijo que el problema de la vivienda en México no solo debe incluir casas a costos más accesibles, sino en incrementar el nivel de ingresos de muchos de los mexicanos, que no cuentan con condiciones para poder adquirir un patrimonio.
"En las ciudades, lo primero que debemos encontrar son empleos decentes que nos permitan vivir bien", explicó De la Madrid. Para ello, cada ciudad de encontrar su vocación, de preferencia en sectores económicos que generen más valor.
Los bajos ingresos de los mexicanos han orillado a muchas familias a comprar casas en las afueras de las ciudades, donde los servicios de transporte público no son los adecuados e incrementan los costos de vida, o bien, a comprar terrenos de manera irregular y a la autoconstrucción.
“La vivienda irregular es aquellas familias que no tiene acceso a un crédito y que pueden gastarse solamente 500 pesos a un mes a un líder que vende una tierra rayada que no tiene servicios, no tiene agua, no tiene drenaje y lo único que tiene es un pedacito de tierra donde la gente empieza a construir”, dijo Leal de Vinte.
Sánchez Ríos de La Haus, explicó que en América Latina uno de cada seis habitantes viven en viviendas irregulares, es decir, 100 millones de personas, uno de los grandes problemas estructurales de la región.
Para dar solución a este tipo de problemas de acceso a la vivienda, además de incrementar los ingresos de los trabajadores, será necesaria una colaboración más estrecha entre los gobiernos locales, estatales y federal con la iniciativa privada.
“A través del Big Data nos dimos cuenta de los predios subutilizados y eso a mis se me hace sumamente interesante, porque en los proyectos que estamos haciendo, podemos regenerar estos edificios o terrenos que están baldíos, podemos generar vivienda para distintos niveles socioeconómicos”, dijo Sordo Madaleno.
Sordo Madaleno, De la Madrid y Sánchez-Ríos coincidieron en que la tendencia va hacia la redensificación de los centros de de las ciudades y a construir espacios urbanos más compactos, pero con más espacios públicos de calidad, como parques y mejor transporte público.
Por el contrario, Leal apunta a que con la pandemia de COVID-19 y la digitalización de la economía, cada vez más personas buscarán casas fuera de los grandes núcleos urbanos, para gozar de mejores espacios abiertos privados, como patios y jardines.