En México, las industrias logística y manufacturera se encuentran en crecimiento debido al nearshoring. Ante este panorama, Cushman & Wakefield, líder en servicios inmobiliarios corporativos comerciales, ofrece soluciones sustentables que permiten a las empresas del sector industrial equilibrar el desarrollo con la responsabilidad ambiental.
Actualmente existen normativas enfocadas en la sustentabilidad en las que los clientes e inversionistas están poniendo más interés. A través de su área de Servicios de Sustentabilidad y Energía, Cushman & Wakefield brinda soluciones que no solo cumplen con los más altos estándares de sostenibilidad, sino que también destacan por su enfoque innovador en el mercado, en inmuebles para uso industrial, así como oficinas y otras áreas que permiten a las empresas contar con herramientas para cumplir con los criterios ESG (Environmental, Social and Governance).
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De acuerdo con el Banco Mundial, el 88% de las grandes empresas mexicanas consideran que los factores ESG son clave para obtener financiamiento e inversiones, además de que representan un aspecto importante en cuanto a la imagen corporativa.
“Gracias a todos los esfuerzos de Cushman & Wakefield por lograr el éxito sustentable en los diferentes proyectos, llegamos a una nueva era, donde atrás queda la etapa de consultoría o asesoría y le damos la bienvenida a la gerencia de proyectos integrales que acerquen a la ciudadanía a ese planeta que ansiamos y merecemos”, señala África Rubio, directora regional de Servicios de Sustentabilidad y Energía de Cushman & Wakefield.
De esta manera, para aprovechar el nearshoring es necesario que la relocalización de operaciones de las compañías contemple la responsabilidad ambiental, la eficiencia de recursos, así como aspectos sociales, proceso en el que Cushman & Wakefield puede acompañar a las empresas.
Al reubicarse, las compañías deben considerar lugares en donde tengan acceso a energías renovables, como la solar y la eólica. Por ejemplo, en estados como Baja California, Chihuahua, Sonora y, principalmente, Oaxaca, donde ya se han desarrollado proyectos de energías limpias.
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Cabe mencionar, que México es el segundo país más atractivo de América Latina para inversiones en energía renovable, solo por detrás de Brasil, con una capacidad instalada de energía solar de 7.5 GW, en 2022, y un crecimiento del 8% anual.
“La demanda energética gracias al desarrollo de la industria ha aumentado de manera exponencial en los últimos años. En Cushman & Wakefield, buscamos estrategias que se adapten de manera óptima a las operaciones de cada empresa para no reducir la productividad, sino ahorrar en materia energética y recursos”, asegura Javier Torres, gerente de Servicios de Sustentabilidad y Consultor de Energía de Cushman & Wakefield.
Por otra parte, las certificaciones y la normatividad son aspectos que deben contemplar las empresas que buscan ser verdes. Los parques industriales, por ejemplo, deben tomar en cuenta instalaciones con certificaciones internacionales como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) y EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies), que garantizan el uso eficiente de recursos y un menor impacto ambiental.
En 2023, en México, aproximadamente 13% de los edificios industriales contaban con certificación LEED, una cifra en aumento debido a la demanda de espacios logísticos más eficientes.
Asimismo, México cuenta con un sólido marco regulatorio ambiental, con leyes a nivel federal, estatal y local, entre las que destacan las normativas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. El incumplimiento de estas normas puede resultar en sanciones económicas y la pérdida de licencias operativas.
Uno de los casos de éxito en los que Cushman & Wakefield brindó consultoría para la certificación LEED GOLD, fue para el edificio Homero 1500, al asesorar la evaluación de infraestructura del edificio para el desarrollo de programas y políticas sustentables. La empresa gestionó la auditoría energética, así como capacitación continua al personal para la correcta ejecución de los lineamientos enfocados a la sustentabilidad, entre otras acciones clave. Esto permitió que el inmueble lograra ahorros significativos en las facturas de servicios de energía y agua, así como un mejor ambiente interior para los ocupantes, reducción de la huella de carbono y más.
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Pero el cumplimiento de la normatividad no es el único desafío para las empresas que buscan reubicarse, sino también la escasez de agua, la demanda energética para la operatividad de las compañías, la disponibilidad de los recursos naturales en general, así como la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, por lo que es necesaria una planeación estratégica.
“Nuestro compromiso y experiencia nos impulsa a dar atención no solo a instalaciones corporativas, sino también a sectores de la industria en todo el país que demandan planes que vuelvan sus operaciones más amigables con el ambiente y que les ayuden a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones y consumo de recursos”, apuntó Arianna Esparza, gerente de Servicios de Sustentabilidad de Cushman & Wakefield.
En la actualidad, Cushman & Wakefield cuenta con oficinas en las ciudades con mayor dinamismo inmobiliario del país, como Ciudad de México, Monterrey, Tijuana, Querétaro, Guadalajara y Ciudad Juárez.
Al final, el enfoque del nearshoring hacia la sostenibilidad, además de mejorar la competitividad, asegura un entorno más resiliente y próspero, en donde Cushman & Wakefield puede ser un aliado para las empresas en el camino hacia un futuro más verde.