En México y Brasil, el crecimiento de precios seguirá robusto pese a la desaceleración, impulsado precisamente por estos elementos de la industria. Aunque, en el caso mexicano, los aranceles y la incertidumbre macroeconómica, junto con los programas gubernamentales, moderan el incremento.
"Se espera que los programas gubernamentales de desarrollo de vivienda apoyen una mayor oferta y estimulen la compra por parte de hogares de bajos y medianos ingresos, lo que contribuiría a aliviar la presión sobre los precios", señala el documento de Fitch.
Sin embargo, estos esfuerzos solo contribuirán de manera moderada a la oferta y no resolverán los déficits en los próximos años.
La demanda se concentra en el segmento accesible
El apetito por vivienda continúa concentrado en propiedades de menos de 5 millones de pesos, donde la mejora en accesibilidad se ve favorecida por una inflación más baja y tasas hipotecarias gradualmente menores.
Las tasas hipotecarias se estabilizarán o bajarán ligeramente entre 2026 y 2027, aunque las presiones inflacionarias en México limitarán los recortes.
Los riesgos para el crecimiento de precios están vinculados al ritmo y alcance de la nueva oferta impulsada por programas públicos y a la presión de costos en la construcción.
Una caída de la inflación más rápida de lo previsto o tasas hipotecarias más altas podrían llevar el crecimiento nominal de precios hacia el límite inferior del rango estimado.
Por el contrario, retrasos en la implementación de programas, costos de construcción persistentemente altos o un crecimiento económico más débil podrían empujar los precios al alza si la oferta continúa siendo insuficiente.
Factores emergentes, como el aumento de los seguros para nuevas edificaciones, podrían afectar el precio final para el comprador y la rentabilidad de los desarrolladores.
El contexto global
A nivel mundial, los fundamentos de los mercados de vivienda se mantendrán sólidos en 2026. Se espera un crecimiento moderado de los precios debido a la escasez de oferta y a una demanda estable, aunque más débil.
El crecimiento nominal de los precios ya se desaceleró este año frente a los fuertes aumentos de 2024.
En muchos países el avance se enfriará todavía más hacia niveles bajos de un solo dígito en 2026, debido a mercados laborales más frágiles, menores ingresos disponibles y pérdida de accesibilidad de compra.
El aumento de precios será mayor en Europa, América Latina y Australia, donde la demanda se beneficiará de tasas de interés a la baja y una inflación que cede, en comparación con Norteamérica y Asia.
"Fitch proyecta un crecimiento global del PIB de 2.4% para 2026, ligeramente por debajo del 2.5% estimado para 2025, debido a la desaceleración en China", indica el reporte.
Para México, el reto será equilibrar el crecimiento del sector inmobiliario con la accesibilidad para los compradores. Mientras la oferta continúe siendo insuficiente y los costos de construcción permanezcan elevados, los precios seguirán al alza, aunque a un ritmo más controlado que en los últimos años.