El ónix le da calor a los proyectos minimalistas
Comúnmente, el minimalismo está relacionado con un estilo frío, dado su frecuente uso de colores claros y neutros, especialmente blanco, negro y gris. El dilema está cuando se nos presenta un cliente que gusta del minimalismo pero "lo siente demasiado frío" y "poco hogareño".
Pero el minimalismo usa al material como es: sin recubrimientos, sin adornos. Toma la simpleza de los mismos y los hace lucir en un espacio semivacío, donde puedan destacar a modo de ornato.
El ónix es un material bello por naturaleza, pues es poseedor de atractivos colores ocre, que por si fuera poco se acentúan con el uso de luz indirecta, para dar un acento que luce fabuloso y cálido.
Estamos acostumbrados a verlo en bares, restaurantes y antros, pero no es exclusivo de estas tipologías. Por el contrario, aplicarlo en viviendas otorga un toque excéntrico y a la vez elegante.
Tomado de Impala.com.au
Por tales motivos, el ónix es una excelente opción para dotar de calidez hogareña a un proyecto minimalista, sin perder los puntos esenciales del "menos es más": limpieza y sencillez, con un toque de modernidad, incluso tecnológica.
Muchos amantes del minimalismo nos sentimos intimidados ante los colores tan llamativos, pero definitivamente será un acierto perderle el miedo al ónix, pues incluso es muy fácil de combinar con otros materiales como madera, superficies sólidas en colores neutros (blanco, negro, gris, café) y metales como acero, aluminio y cobre, entre otros.
Tomado de Impala.com.au
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*Directora de Proyectotal (proyectotal.com) y arquitecta por el Tecnológico de Monterrey.