El diseño brasileño está frente a una oportunidad de oro
El momento económico y político por el que hoy pasa Brasil podría representar la oportunidad de oro para posicionar a sus diseñadores en el mercado mundial, afirmó Adelia Borges, curadora y crítica de diseño originaria del país sudamericano.
La especialista nació en Sao Paulo, ciudad que hoy es llamada 'la capital del diseño latinoamericano'; ha sido periodista especializada en diseño desde hace tres décadas y desde hace veinte años se dedica a la investigación y la curaduría.
Uno de los logros más destacados en los discursos de los dos últimos mandatarios brasileños ha sido la disminución de la desigualdad social y la ampliación de la clase media.
"Cada vez más industrias brasileñas están contratando diseñadores, al igual que las multinacionales que operan en Brasil. Ellos quieren atender las necesidades de este nuevo mercado que exige más calidad en los productos que consume. El diseño aporta calidad, como concepto integral, ésa es su aportación a la industria", explica Borges, en entrevista con Obras.
Erik Meza
Así, el diseño en Brasil pasó de ser algo pensado sólo en 10% de la población, perteneciente a la clase alta, para enfocarse en el 90 restante.
"Hoy existe una corriente de diseñar productos proyectados para las diferentes clases sociales y sus necesidades, eso nos lleva a una democratización del acceso al diseño, eso es algo muy nuevo en Brasil".
Adelia Borges publicó en 2012 el libro Diseño + Artesanía: el camino brasileño, sin embargo, para la autora ése podría —incluso debería— ser el camino para otros países de América Latina, cuyo amplio bagaje cultural y artesanal representan oportunidades de negocio, pues garantizarían no sólo la originalidad de los diseños, también el uso de nuevos materiales y técnicas que impactarían positivamente en la sustentabilidad de los productos que se diseñan.
Cortesía Adelia Borges/CENTRO
"Para los diseñadores brasileños es mucho más sencillo comprender las necesidades de un mercado como el latinoamericano, pues tenemos muchas similitudes culturales. Incluso, las compañías multinacionales deben incluir a diseñadores de cada país para poder crear productos que se adapten a las necesidades culturales, ambientales y sociales de cada país", afirma Adelia Borges.
Argentina, Chile y México son los países que más llaman la atención de esta curadora de diseño, debido a su potencial que pueden tener en cuanto al uso de biomateriales, dada la enorme riqueza natural que aún conservan, lo que es una ventaja más frente a la industria europea, que además de vivir una severa crisis económica, también está sufriendo por escasez de recursos y falta de propuestas innovadoras que garanticen la sustentabilidad de sus diseños.
Cortesía Adelia Borges/CENTRO
"Estamos viviendo un momento en el que el interés por el diseño está mucho más allá de Europa. Asia e incluso África están desarrollando propuestas interesantes. Por ello hay que impulsar en nuestros países la investigación sobre materiales", puntualiza.
Ejemplifica que la variedad de palmas de Brasil es muy similar a lo que hay en México, donde podrían estudiar más las posibilidades de fibras como el agave o el henequén, recursos que no existen en los países europeos.
Cortesía Adelia Borges/CENTRO
"No olvidemos que toda la base de la industria italiana, además, son las corporaciones de artesanos y que los diseñadores italianos reconocen a la cultura artesanal como una característica determinante en sus creaciones", cita.
En cuanto al futuro inmediato de la industria del diseño en América Latina, Adelia Borges es determinante: "si somos inteligentes, estaremos listos para posicionarnos mejor en el escenario mundial, aprovechando justo este contexto económico. Si no somos inteligentes, seremos solamente el mercado de consumo para esos países que ahora están en crisis".