Galería Obras: Oficinas CDLE, un edificio de principios del siglo XX
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El edificio ha albergado la sede de Libreros Mexicanos Unidos, hasta una pastelería y un club de giro negro. El predio también ha sufrido muchas casualidades a lo largo del tiempo, incluso el terremoto de 1985, lo que le da particularidad y esencia al edificio.
Al estar catalagado por el INBA, la intervención al edificio llevada a cabo por el estudio de arquitectura R-ZERO, debió conservar la esencia del objeto arquitectónico preexistente. Se trata de crear sin construir, de jugar con lo existente, no de adaptarlo, renovarlo o mejorarlo, si no simplemente de utilizarlo.
Desde el principio se buscó la generación de bloques sólidos y vacíos, es decir el positivo y el negativo entre espacios, el acomodo de estos bloques en el que se juega con su altura va en torno a un patio central.
Con ello se logra tener espacios estáticos (sala, habitaciones, estudio) y dinámicos (escaleras, pasillos).
El interior del edificio es rico en texturas, texturas que no pueden producirse de manera artificial, que se generan solamente con el paso del tiempo y que de ninguna manera serán negadas.