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Adultos mayores, el nicho potencial que los hoteles descuidan

Las personas mayores de 60 años representan un potencial que obliga a establecer estándares de espacio, mobiliario y materiales para seducir a este mercado.
lun 09 abril 2018 09:00 AM
interiorismo - adultos mayores
interiorismo - adultos mayores - (Foto: Ballesol / Paco Varela)

Nota del editor: Este contenido se publicó originalmente en la edición  En busca de desarrollador, de la revista Obras, correspondiente a febrero 2018.  

Los adultos mayores representan casi la tercera parte de los turistas nacionales, de acuerdo con la Secretaría de Turismo. Son aproximadamente 1.05 millones de viajeros de más de 60 años los que necesitan espacios apropiados para estancias de descanso en hoteles en México. Esto supone adecuaciones en infraestructura, espacios y servicios, que brinden una estancia segura para su recreación y descanso, así como facilidades para su movilidad.

Aunque hay hoteles en el país que ya ofrecen servicios para adultos mayores, la mayoría está rezagada en su infraestructura, adaptación de espacios y mobiliario diseñado especialmente para las personas de más de 60 años, que en la actualidad representan 10.5% de la población mundial, y en 2050 aumentará a 20%, es decir, serán más de 2,000 millones de personas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Los adultos mayores son los más olvidados en el diseño de interiores", asegura Libertad Árcega Camacho, diseñadora de interiores y académica de la Facultad de Diseño de la Universidad Autónoma de Guadalajara, donde realiza una investigación sobre la aplicación del diseño para este segmento de la población.

Afirma que incluso en hoteles con certificación gerontológica emitida por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) hay carencias básicas en el diseño de las habitaciones, porque el certificado oficial acredita principalmente el servicio, no las instalaciones.

"En los hoteles, por ejemplo, faltan rampas, elevadores adecuados, puertas anchas y fáciles de abrir, baños con barras de apoyo, pisos que no se deslicen, telas suaves al tacto y materiales que eviten alergias", detalla la especialista.

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Los hoteleros están conscientes de las necesidades de los turistas adultos mayores y de que son un grupo cada vez más amplio en México, afirma Rafael García González, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM). Sin embargo, no todos disponen de los recursos para la adecuación de sus espacios.

"Es un problema de inversión", señala.

Áreas de oportunidad

La cifra de turistas nacionales de más de 60 años que viajan a destinos mexicanos representa apenas 9% de la población de adultos mayores en el país, reporta la Secretaría de Turismo. Pero se estima que el porcentaje aumente, pues para 2030, cerca de 14.8% de la población en México pertenecerá a este segmento, calcula el Consejo Nacional de Población (Conapo).

Para promover el turismo entre las personas mayores, las agencias de viajes y las firmas aéreas les ofrecen tarifas preferenciales en diversos servicios turísticos al presentar su credencial del Inapam. La académica Celia Facio Salazar, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y especialista en accesibilidad, diseño universal y para grupos vulnerables, advierte que la atención a adultos mayores en el sector turismo no solo involucra facilidades para viajar o infraestructura hotelera.

"Es un problema de accesibilidad —dice—. Si el transporte no es accesible, la gente no puede llegar a esos sitios, si el entorno urbano no le permite la movilidad en la calle, en las plazas, en los espacios públicos, de nada sirve llegar a un hotel y que éste sea el único espacio accesible".

En México, solo algunas playas públicas tienen infraestructura especial para personas de la tercera edad y con discapacidad. Una está frente al Parque Fundadores de Playa del Carmen, en Quintana Roo, que tuvo una inversión de un millón de pesos para la construcción de rampas de acceso para sillas de ruedas que llevan a la orilla del mar, camastros acuáticos, andaderas anfibias, módulos de servicio, señalizaciones especiales, regaderas y chalecos salvavidas.

Sin embargo, hace falta más atención del sector en adecuaciones para estancia, movilidad y seguridad, afirma Árcega. "Hace mucho que vemos esta necesidad y hemos hecho muy poco —dice la especialista, con más de 25 años de experiencia—. Si hiciéramos más tendríamos más auge como país destino", afirma.

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Los empresarios del sector saben de la importancia de este segmento. De acuerdo con estudios de tendencias de viaje, como The new kinShip economy, en el mundo, las personas mayores de 50 años son el grupo de población que más rápido crece y más poder adquisitivo tiene.

Su expansión demográfica y su peso en el sector turismo han impulsado que cadenas hoteleras internacionales adapten espacios y servicios para adultos mayores. Es una tendencia en Estados Unidos y Europa, pero en México apenas está despegando y las grandes cadenas que operan en destinos de alta demanda, como Cancún, le llevan la delantera.

La cadena Hyatt, por ejemplo, ofrece en algunos de sus hoteles camas especiales, sillas de ruedas, atención médica especializada y habitaciones handycap para personas con discapacidad, explica el personal al hablar de la atención para adultos mayores.

El presidente de la AMHM habla en conjunto de adultos mayores y personas con discapacidad al explicar que, desde los años 90, los hoteles nuevos han considerado sus necesidades y, en algunos casos, destinan 10% de sus habitaciones a esos sectores, porque obtienen puntos en la clasificación hotelera.

"Pero son hoteles recientes", advierte, porque entre los más antiguos no todos disponen de la inversión suficiente para adaptar sus habitaciones. "Sin embargo, estamos en el camino de tomar en cuenta este mercado que necesita servicios de calidad", afirma.

Calcula que entre 60 y 70% de la infraestructura hotelera en el país dispone de algunas adecuaciones para adultos mayores.

"En un periodo de entre cinco y 10 años habrá una evolución mayor y ya podremos hablar de 90% de los hoteles", adelanta. Facio Salazar considera que los involucrados en el diseño de hoteles deben tener conciencia sobre la importancia de ese segmento, y darle "las facilidades necesarias para su estancia, comodidad y acceso fácil a las instalaciones para que se sientan seguros y autónomos".

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Los primeros pasos

En México, una empresa operadora de hoteles ha incursionadoen el segmento de residencias para adultos mayores. Se trata de Grupo Presidente, asociado con la cadena española Ballesol, que desde los años 80 opera en España y actualmente tiene 47 centros.

"Grupo Presidente sabe hacer hoteles y nosotros residencias, pero sin duda ellos tomarán lo bueno de Ballesol y lo incorporarán a sus hoteles", dice Antonio González-Quiroz, director de Operaciones de Ballesol México, firma que actualmente colabora con las secretarías de Turismo y Salud para incentivar el turismo médico en el país.

"Estamos metidos en temas de construcción, normativa, especificaciones de diseños", explica el directivo.

Ballesol tiene estándares de diseño interior, seguridad y equipamiento que pueden servir de guía. En sus instalaciones, las puertas son más anchas, no hay una sola escalera y las tinas son impensables, a menos que sean para la atención de residentes con necesidades especiales, cuenta González-Quiroz.

Con dos residencias en operación en México —una en la Ciudad de México y otra en Querétaro—, Ballesol tiene criterios específicos para la elección de mobiliario y materiales, explica el directivo de la cadena española, que tiene previsto abrir cinco residencias en México, en sociedad con Grupo Presidente, con una inversión total de aproximadamente 50 millones de dólares.

"Todos los muebles tienen su porqué: hay alturas determinadas, las esquinas están redondeadas, los colchones tienen alturas regulables y hay sillas de baño, entre otras características", explica. Además, los suelos de las residencias tienen materiales especiales para no resbalar, y las puertas son resistentes al fuego.

González-Quiroz explica que Ballesol cuenta en España con un departamento de construcción que tiene al frente a un arquitecto dedicado a garantizar las condiciones físicas y de diseño de sus residencias.

"En México hay otro departamento equivalente en los hoteles, y entre ellos hay un intercambio de experiencias", afirma. La mayor parte del gasto recae en el equipamiento técnico, no en la infraestructura.

"El costo no es distinto a un hotel, pero sí el equipamiento técnico", afirma. Por ejemplo, todas las habitaciones tienen timbres de emergencia y sistemas que permiten comunicarse con las habitaciones de manera remota.

Un hotel no necesitará un equipo tan avanzado, pero sí requiere atender temas como el mobiliario y los materiales, dice Árcega.

Explica que hay 10 puntos que se deben tener en cuenta: rampas para sillas de ruedas, elevadores, baños adecuados, ampliación de espacios, materiales para que los pisos no sean resbalosos, ubicación de las habitaciones, accesibilidad dentro de la recámara, materiales suaves, menú equilibrado y sensibilizar a las personas que ofrecen el servicio.

La especialista busca promover estos criterios en distintos espacios urbanos y, particularmente, en hoteles.

"Tenemos la vinculación con los empresarios del sector hotelero y queremos apoyarlos", afirma. Celia Facio recomienda además espacios amplios en las habitaciones para las personas que utilizan andaderas o silla de ruedas y, sobre todo, poner énfasis en el entorno para que su movilidad esté garantizada en todos los espacios y no solo en los hoteles. Es decir, que los sitios y los servicios sean accesibles para la movilidad de los adultos mayores.

 

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