Una tapete verde esmeralda con un jaguar en el centro destaca en uno de los muros del showroom de The Rug Company en la Ciudad de México. Una pieza que parece no estar destinada a ser pisada por las personas, sino pensada en ser protagonista ya que atrae las miradas de quienes entran al lugar.
En la Design House 2024, la misma escena se repetía. Cuando los visitantes entraban a cada uno de los espacios, las miradas se dirigían a lo que estaba bajo sus pies: piezas que además de agregar confort a los espacios, les daban dinamismo y color a las atmósferas.
Esto no es casualidad. En los últimos años los tapetes han redefinido su papel en el diseño de interiores y se han convertido en foco de atención de los espacios contemporáneos, y este 2025 su relevancia se hará más grande al proyectarse, además, con formas irregulares, diseños llamativos y texturas mezcladas.
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Estas piezas de diseño, antes limitadas a funciones específicas, ahora incorporan propuestas artísticas que responden a nuevas formas de habitar los espacios.
"Hay tapetes que están diseñados para verse, para lucir. Si tienes un espacio de vestíbulo, por ejemplo, estos tapetes irregulares funcionan muy bien. Se vuelve una pieza de mucho más propuesta de diseño, incluso de arte", explica Lorena Vieyra, arquitecta especializada en diseño residencial y de hospitality.
Los cambios en los estilos de vida impulsan esta evolución. Los espacios contemporáneos privilegian la fluidez y versatilidad sobre la rigidez de planos tradicionales. Esta tendencia se refleja en el diseño de tapetes que abandonan las formas rectangulares convencionales para explorar bordes desiguales y composiciones que pueden apreciarse desde múltiples ángulos.
La tecnología también revoluciona este sector. Los últimos ocho años registran avances significativos en el desarrollo de materiales resistentes al agua y de fácil mantenimiento. Esta innovación expande las posibilidades de uso hacia espacios exteriores, un mercado antes inexplorado para los tapetes.
La transformación en el diseño de tapetes refleja cambios más amplios en los patrones de vida urbana. "Antes había muchos más espacios para usos muy específicos. Hoy la tendencia es mucho más fluida, el estilo de vida ha cambiado. Hay como una priorización de la comodidad o la forma de vivir como mucho más apta a las necesidades reales de la gente", indica Lorena Vieyra, quien realiza colaboraciones de la mano de The Rug Company, marca de alfombras de diseño.
Los tapetes trascienden su rol tradicional para convertirse en elementos definitorios del diseño interior de la actualidad. Su evolución refleja una industria que responde a las necesidades cambiantes de los usuarios mientras explora nuevas formas de expresión artística y funcionalidad.
Esta evolución permite mayor libertad creativa en la selección e incorporación de tapetes al espacio interior. Sin embargo, su integración exitosa requiere una visión integral del diseño.
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Cómo elegir un tapete
La selección de un tapete requiere más que seguir tendencias. Los criterios de elección evolucionan junto con las propuestas de diseño, y el éxito en su implementación depende de diversos factores, explica Lorena, arquitecta especializada en diseño residencial.
El contraste entre elementos se vuelve fundamental para crear espacios armoniosos. "Si es todo del mismo color, muy probablemente no vas a tener ningún contraste. Idealmente quieres generar un contraste entre el pavimento y el tapete y al mismo tiempo quieres generar un contraste entre el mueble que va arriba del tapete y el tapete", señala la especialista en diseño de interiores.
La experta destaca tres opciones principales para la ubicación del tapete: colocar todos los muebles dentro de su superficie, posicionarlos parcialmente sobre él, o dejarlo como elemento central sin mobiliario. "Las tres reglas funcionan y esto depende obviamente de la situación, del tipo de tapete, del tipo de espacio, del tipo de amueblado", indica.
Sin embargo, algunas consideraciones prácticas resultan fundamentales. "Si tú tienes un tapete, por ejemplo, en una recámara y te sale un pedacito de cada lado, pues es incómodo porque cuando te levantas de la cama vas a pisar mitad tapete y mitad piso", advierte Lorena Vieyra. Esta situación, además de afectar la estética, impacta la funcionalidad del espacio.
La integración exitosa de un tapete requiere una visión integral del diseño. "Tengo que entender el contexto, tengo que entender cómo es la mesa, cómo es el sillón, cómo es el tapete, cómo es el piso. Para elegir un tapete, pues tengo que tener entendido todos esos factores, el factor de la luz, si está entrando la luz en la ventana o no", enfatiza.
La selección del diseño también depende del uso previsto para el espacio. De acuerdo con la arquitecta, si se planea colocar una mesa pesada al centro, no tiene sentido elegir un tapete con diseños elaborados que quedarán ocultos. En cambio, para áreas de circulación o vestíbulos, los diseños más artísticos y elaborados pueden lucir en todo su esplendor.
"Si tienes, creo que muchos elementos en un espacio, a lo mejor lo que quieres es más bien unificar con un tapete que te genere este contraste con lo que tienes arriba", sugiere la especialista. Esta consideración resulta particularmente relevante en espacios con múltiples elementos decorativos.