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Retos y oportunidades del abastecimiento estratégico ante el COVID-19

Las organizaciones pueden desarrollar las estrategias para enfrentar el impacto de la pandemia y, por ende, evaluar las oportunidades potenciales que tienen ante sí, opina Xavier Ordoñez.
mié 09 septiembre 2020 01:00 PM

(Expansión) – Efectos como los cambios extremos en los hábitos de consumo, el cierre parcial o total de fábricas, la reducción en las ventas y alteraciones en los modelos de distribución y la búsqueda de alternativas para satisfacer las necesidades del mercado, fueron algunos de los efectos inmediatos que el estallido de la pandemia de COVID-19 tuvo en las cadenas de suministro.

Ante este fenómeno, los jugadores de este nicho tuvieron que reaccionar y adaptarse a fin de cumplir con el confinamiento y las medidas sanitarias recomendadas, al tiempo de crear y ejecutar estrategias que satisficieran las necesidades de suministro en el corto plazo, y que pudieran ser sostenibles en el mediano.

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En otras palabras, las cadenas de suministro se enfocan ahora en replantear las necesidades del negocio considerando tanto factores externos como internos que repercuten directamente en su desempeño. Entre los primeros destaca el cierre de fronteras que restringió y retrasó los flujos de importación y exportación de materiales; el rebrote del COVID 19 en las regiones donde se producen mercancías clave, como China; y en el caso de México, la entrada en vigor del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que requirió reestructurar las cadenas de suministro y abastecimiento en los sectores automotriz, textil y electrónico.

Respecto a los factores internos, éstos incluyen una baja expectativa en el crecimiento de la economía mexicana, poco apoyo para las pymes para enfrentar medidas sanitarias, y la pérdida de empleos.

En este contexto, el abastecimiento estratégico se convierte en una actividad esencial que las organizaciones deben de considerar para encontrar las soluciones que permitan enfrentar los retos de contar con soluciones que les garanticen el abasto, la calidad sin perder de vista el costo.

Hagamos una breve revisión de cada rubro. En cuanto al abasto, los desafíos engloban la adaptación a los cambios en los hábitos de los consumidores no solo desde el punto de vista de los productos que se adquieren, sino también de que lo hacen más en las tiendas virtuales, lo que ha cambiado, lo que debemos de contemplar como productos que buscan nuestros consumidores, esto también considerando el crecimiento del comercio electrónico.

Los retos en la calidad incluyen lograr que se identifiquen proveedores distintos o diversos pero que estos cumplan con los niveles de calidad y servicio que requerimos para lograr los objetivos de la empresa y sus clientes.

El costo sigue siendo algo sumamente relevante y que en estos momentos debe de seguirse considerando, es esencial contar con el abasto y la calidad, pero no debemos de perder de vista que sigue siendo un mundo competitivo y el costo es crítico.

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A partir de estos desafíos, las organizaciones pueden desarrollar las estrategias para enfrentar el impacto de la pandemia y, por ende, evaluar las oportunidades potenciales que tienen ante sí para prosperar en el futuro.

Dichas oportunidades radican en mantener las fortalezas ganadas durante la crisis sanitaria en áreas como el suministro de materias primas e integrar soluciones tecnológicas de punta a fin de elevar la visibilidad, sincronización y agilidad de las cadenas de suministro, y ampliarlas para integrar a proveedores locales y desarrollar una red diversificada que minimice el desabasto por contingencias.

Ahora bien, en lo que respecta al manejo de categorías indirectas, la oportunidad se concentra en reducir los tiempos de análisis de oportunidades mediante herramientas de gestión de gastos, y establecer relaciones más estrechas con proveedores de estas categorías. Aquí, un sistema de gestión de relaciones con proveedores (SRM) permitirá mejorar los niveles de servicio y definir los planes de acción para mitigar el impacto de futuras contingencias.

En cuanto al capital de trabajo, existe un potencial interesante para generar un nuevo sistema de liquidez que garantice el abasto de servicios y productos, así como establecer una relación ágil entre proveedores y clientes a fin de reducir las interrupciones en la cadena de suministro.

El abastecimiento estratégico aprovechará, por tanto, la inteligencia de mercado para hacer una evaluación de la red de suministro integrada por proveedores locales, regionales y globales, así como aplicar políticas y procedimientos para identificar oportunamente proveedores alternos, términos de pago y análisis de la demanda.

Con el apoyo de tecnología de vanguardia y una red de suministro digital se puede contribuir a mejorar la visibilidad, la sincronización, la optimización y la agilidad de un ecosistema de abastecimiento integral.

Nota del editor: Xavier Ordoñez es Socio Líder para Cadena de Suministro en Consultoría, Deloitte México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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