Estas problemáticas se traducen en oportunidades para conformar planteamientos de desarrollo que superen los enfoques tradicionales de urbanización, orientando los esfuerzos en la creación de entornos más sostenibles y servicios públicos más eficientes.
La relevancia de las ciudades debe priorizar la acción de trabajo sobre ellas como núcleos del desarrollo económico, ya que concentran gran parte de las principales actividades globales y contribuyen hasta en un 60% del PIB mundial (GIZ, 2021).
En los últimos años, la conformación de mecanismos de inversión ha sido la clave para el desarrollo de proyectos sostenibles en las ciudades, uno de los más importantes en México ha sido el Bono Verde. Mediante este instrumento se han obtenido recursos cuyo uso se dedica en parte o en su totalidad, al financiamiento de proyectos de infraestructura sostenible con beneficios ambientales y sociales a largo plazo.
En la Ciudad de México la emisión de un Bono Verde en 2016 por un monto de 1,000 millones de pesos permitió, entre otros proyectos, la construcción de la Línea 5 del Metrobús en la Avenida Eduardo Molina. Dicho proyecto logró la integración de los sistemas de transporte locales, atendiendo a más de 140 millones de pasajeros; asimismo, se alcanzó la reducción de 65,000 tCO2 y se generaron ahorros por 1.47 millones de pesos anuales por consumo de combustible (GIZ, 2019).
El fomento en el desarrollo de este tipo de proyectos, soportados en mecanismos de inversión sostenibles, demuestra ser un elemento de apalancamiento integral, ya que por su perfil, los proyectos que se impulsan tienen la capacidad de generar beneficios multisectoriales de orden social y ambiental, pero sobre todo económicos.
Bajo la visión de recuperación que a nivel global se enfrenta en la etapa post-pandemia, es fundamental volcar la mirada hacia el uso de este tipo de instrumentos, que permiten fortalecer las capacidades de infraestructura de los servicios urbanos y fomentar modelos de desarrollo alineados con los compromisos internacionales suscritos por México.
El rol de las ciudades en la construcción de un futuro sostenible debe visualizarse como un conjunto de esfuerzos encaminados no solo a satisfacer nuestras necesidades presentes, sino a la conformación de entornos urbanos que garanticen el bienestar y desarrollo de las generaciones futuras.
Nota del editor: Camille Legrand (@Camou_Lg) y Sebastián Guzmán (@seguzdMX) son Investigadores en Ethos Laboratorio de Políticas Públicas. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a los autores.
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