Umm Slal Muhammad, Qatar.- Uno de los ejercicios más complicados de la jardinería es tener un pasto verde y sano. Esto se complica si lo trasladas a un país donde la lluvía es terriblemente escasa.
Qatar asumió el reto de organizar la Copa del Mundo 2022 y su clima no fue pretexto para detener su objetivo y hacerlo de la mejor manera posible.
Publicidad
Yasser Al Mullah, senior manager de la planeación de paisajismo deportivo del Comité Supremo del Mundial, habló con Expansión acerca de este ejercicio para vencer al desierto y crear la mejor experiencia para los jugadores en el torneo.
“Tomamos un espacio grande de desierto en el centro de Qatar, el cual acondicionamos con tanques de agua tratada que traemos de Doha, además de dotar de servicios básicos a esta instalación”, comentó Al Mullah.
“Son 1 millón de metros cuadrados los que estamos plantando, regados con agua reaprovechada de la capital, además estamos cultivando árboles que se colocarán en las áreas deportivas, así como en distintas áreas de la ciudad”, apuntó el funcionario.
La naturaleza no le dio a Qatar bosques o cuerpos vegetales de gran tamaño en su territorio, por lo que el gobierno ha creado un gran invernadero para arborizar el país en su área urbana.
Nada es imposible en Qatar
Originalmente se comenzó con 22 especies de árboles, ahora se estima que sean más de 100. Algunos los han traído de Argentina, China, España, Egipto y otras regiones de África, otros han sido donados por los residentes para impulsar el crecimiento de este invernadero y la reproducción de especies resistentes a un clima hostil para la vegetación.
El tipo de pasto desarrollado aquí es una especie nativa de Asia que se ha mejorado para que su tiempo de vida y aprovechamiento del suelo sea duradero. También hubo un proceso de perfeccionamiento durante tres años, en los que se ha utilizado la misma especie adaptarla de forma más integra al desierto.
Al principio del proyecto, en 2016, las autoridades dudaban de cómo realizarlo, pues el tipo de pasto deportivo que se usa en los estadios requiere cierto tipo de arena, sol, fertilizantes y mucha agua.
“Si bien tenemos todo eso, tomando en cuenta las condiciones de estos estadios que serán techados y climatizados, eso está contra lo que nosotros estábamos cultivando, pero con el avance del tiempo vimos que nuestro cultivo es resistente”, apuntó Al Mullah.
Los campos donde crece este pasto están flanqueados por grandes árboles que han creado un muro para evitar que la arena invada este espacio de crecimiento.
El invernadero tiene 46 empleados en total, desde la alta dirección hasta los repartidores que llevan el pasto del campo al estadio.
Los prados de verde intenso contrastan con el ocre color de la arena del desierto, del cual un tractor desprende con una maquinaria especializada para sacar bandas de césped de 10 metros de largo por 1.20 metros de ancho, enrollándolas como una alfombra.
Es la primera vez que un Mundial se jugará enteramente en una ciudad y los jugadores podrán tener la misma experiencia en el pasto en todos los estadios
Estas bandas son colocadas en todos los estadios que serán sede de la Copa Mundial, en una operación que demora entre 4 y 6 horas, para que en 25 en total todas las “alfombras” queden fijadas perfectamente al suelo y la pelota corra sin contratiempos.