Yasser Al Mullah, senior manager de la planeación de paisajismo deportivo del Comité Supremo del Mundial, habló con Expansión acerca de este ejercicio para vencer al desierto y crear la mejor experiencia para los jugadores en el torneo.
“Tomamos un espacio grande de desierto en el centro de Qatar, el cual acondicionamos con tanques de agua tratada que traemos de Doha, además de dotar de servicios básicos a esta instalación”, comentó Al Mullah.

“Son 1 millón de metros cuadrados los que estamos plantando, regados con agua reaprovechada de la capital, además estamos cultivando árboles que se colocarán en las áreas deportivas, así como en distintas áreas de la ciudad”, apuntó el funcionario.
La naturaleza no le dio a Qatar bosques o cuerpos vegetales de gran tamaño en su territorio, por lo que el gobierno ha creado un gran invernadero para arborizar el país en su área urbana.
Nada es imposible en Qatar
Originalmente se comenzó con 22 especies de árboles, ahora se estima que sean más de 100. Algunos los han traído de Argentina, China, España, Egipto y otras regiones de África, otros han sido donados por los residentes para impulsar el crecimiento de este invernadero y la reproducción de especies resistentes a un clima hostil para la vegetación.
El tipo de pasto desarrollado aquí es una especie nativa de Asia que se ha mejorado para que su tiempo de vida y aprovechamiento del suelo sea duradero. También hubo un proceso de perfeccionamiento durante tres años, en los que se ha utilizado la misma especie adaptarla de forma más integra al desierto.