Torre Sofía se blinda contra percances

La construcción de la Torre Sofía, un edificio de 42 niveles en San Pedro Garza García, Nuevo León, innova en materia de seguridad en la obra, a través de la implementación de procesos de 'manufactura avanzada'.

El proyecto de la desarrolladora One Development Group y de sus socios comerciales Escala Gerencia de Proyectos y Constructora DOCSA, emplea el sistema de protección Power Shield.

Este sistema es una coraza de metal que se instala alrededor del perímetro de la losa donde se trabaja, sobre todo en los pisos más altos, la cual protege a los trabajadores de las inclemencias del tiempo y a quienes están abajo, de la caída de objetos.

Son módulos independientes que se unen hasta formar una especie de piel que rodea el edificio y cubre un piso hacia arriba y cuatro pisos hacia abajo. 

Las piezas se pueden mover piso por piso conforme avanza la obra, debido a que en los bordes de la losa hay una especie de cremallera, esto permite subir las piezas con un sistema hidráulico, sin depender de la grúa.

 

^{Una especie de cremallera, que funciona con un sistema hidráulico permite mover la coraza de protección a través de los pisos. Fotografía:One Development Group} 

Alfredo Marín Pasos, director de operaciones de One Development Group, dice a Obras: "Es la primera vez que se usa en México (el Power Shield), es un gasto fuerte en la construcción, nos costó más de 5 mdp".

No obstante, la herramienta “nos  permitió reducir las horas perdidas por accidentes de trabajo de 3.5% que tiene en promedio la industria de la construcción, a 0.05%, nos generó productividad, porque los ambientes de trabajo son más seguros, mejoró la calidad, y hay menos rotación de personal”, destaca el directivo.

A su vez, Carlos Castelazo, representante de la empresa EFCO, distribuidor en México de Power Shield, comenta  a Obras, que este sistema se recomienda para las torres de más de 30 niveles, pues existen otras soluciones para edificios más pequeños, como las redes para detención de caídas.

^{70 veces se redujo la incidencia de accidentes de trabajo en la construcción de la Torre Sofía con el sistema Power Shield. Fotografía: One Development Group} 

Castelazo considera que la ventaja del sistema es que al confinar el perímetro del edificio se protege a los trabajadores, y esto permite que su productividad sea la misma sin importar que estén en el nivel uno o en el 40. 

En la opinión del ejecutivo, también es posible aprovechar la coraza con fines publicitarios.

"Además, las pantallas fungen como el panorámico idóneo para la colocación de publicidad de la construcción misma o puede ser vendida a terceros", agrega.

^{5 mdp fue la inversión que realizó la desarrolladora en el equipo de seguridad, que por primera vez se utiliza en México. Fotografía: One Development Group} 

El jefe de cuadrilla de acero estructural de la obra, Jacobo Callejas, usuario de la herramienta testimonia: "Hemos  hecho varias torres, es la primera que tiene este sistema; pensamos que era un sistema de seguridad más, ahora con el tiempo nos ha dado muy buenos resultados, lo que más nos ayuda es el contorno, la seguridad que tenemos es como un barandal protector del perímetro del edificio, nos sentimos como a nivel de tierra, esta es una ventaja".

Además, cubre el perímetro de un metro hacia afuera, por si llegara a caer algo en esas tarimas, y hay tres o cuatro protecciones intermedias, para que todos los objetos como el concreto o la madera tengan esa protección.

 “La torre es de 42 pisos, estamos  en el piso 38, el comentario que he recibido de los trabajadores es que el entorno de trabajo es 100% más seguro, siempre y cuando haya trabajadores especializados”, enfatiza Callejas. 

^{Cortesía:One Development Group}  

Alto riesgo

La ‘construcción de edificaciones y de obras de ingeniería civil’ es la actividad económica con más casos de accidentes de trabajo, incapacidades permanentes y defunciones, de acuerdo con cifras del IMSS.

En 2011, registró 37,913 accidentes de trabajo, esto es una incidencia de 3.8 por cada 100 trabajadores. Las incapacidades permanentes sumaron 2,399, una tasa de 2.5 casos por cada 1,000  trabajadores; y 212 personas fallecieron, 2.2 por cada 10,000 trabajadores.