Doce golondrinas en distintas posiciones de vuelo son las encargadas de marcar el paso del tiempo en este reloj, elaborado por el estudio de diseño Haoshi en Taiwán. Se trata de una estructura de 60 x 60 centímetros donde la combinación es paradójica: movimiento y estatismo se mezclan para señalar el paso de los minutos y las horas.
Pero la idea de los diseñadores no es que el receptor se sienta angustiado por el paso del tiempo. Al contrario, la propuesta tiene que ver con propiciar el ‘pensamiento positivo‘,
con ‘volar hacia el futuro‘, entendido como ‘un mejor mañana‘. Las golondrinas están ahí como símbolo de la esperanza y la buena suerte, y ambas pueden ser relacionadas con el tiempo.