Cerámica, víctima del fuego amigo de la vivienda
A pesar de que México es uno de los 10 principales productores de porcelánicos en el mundo, esa industria se ha enfrentado este año a un doble reto: la escaa inversión en nuevos proyectos de construcción, y la piratería de sus productos, que son consumidos principalmente en el sector de la vivienda.
Ante esto, el Consejo Cerámico de Norte América-México (TCNA México) lanzó una iniciativa para que todos los productos porcelánicos de venta en el país, mexicanos o extranjeros, cuenten con un sello de certificación que asegure al cliente que no sea una imitación, explica Fernando Lozano, director de dicho consejo.
"En el mercado local hay productos etiquetados como porcelánicos y que no lo son. En su gran mayoría esos productos vienen de China y son comercializados en México por importadoras, no fabricantes", explicó Lozano a Obras.
Los porcelánicos tienen propiedades diferentes al resto de los revestimientos cerámicos, estas propiedades les permiten tener mayor resistencia, difícilmente se manchan y pueden ser instalados en exteriores aún en condiciones extremas de temperatura. Estas características les ha permitido a los productores hacerlos en tamaños más grandes que la cerámica tradicional no lo permite.
Sin embargo, Lozano reconoce que para el consumidor, ya sea el cliente que busca algo para su casa o constructores de grandes edificios, es difícil poder diferencias a simple vista un porcelánico original de uno pirata, ya que la única manera de hacerlo es a través de pruebas de laboratorio.
A la fecha, cientos de porcelánicos fabricados en México ya cuentan con esta certificación, y muchos más están en proceso de obtenerla, agrega Lozano.
La TCNA agrupa a más de 200 fabricantes de México, Estados Unidos y Canadá. Unos 40 socios mexicanos son miembros de esta asociación. Incluidos, fabricantes de materia prima, maquinaria y del producto.